Una profesora de euskaltegi escribe sobre la pizarra una frase. Foto: Oskar Martinez

J. Fernández

vitoria. La sospecha de que la tijera del Gobierno Vasco también afectará a los presupuestos de Política Lingüística del ejercicio próximo ha soliviantado a los profesionales de la red de euskaltegis, públicos y privados. El malestar entre ellos es más que generalizado en tanto en cuanto creen que la actual Administración trata de echar por tierra y restar valor a su labor de décadas en favor de la euskaldunización.

En ese sentido, las últimas declaraciones de la viceconsejera, Lurdes Auzmendi, este pasado martes sólo han contribuido a enrarecer la gestión del Gobierno socialista en materia de normalización lingüística. Reprochan los responsables de varios centros de aprendizaje y alfabetización consultados por este diario que el Ejecutivo vasco carece de un plan de acción definido en materia de euskera.

"Hacen futurología pero no dicen cómo quieren que sea la situación del euskera. Cuando se hace o se plantea un plan estratégico se debe aclarar hacia dónde se quiere ir, cómo recorrer el camino y hasta dónde se pretende llegar", resumía una profesora que prefiere permanecer en el anonimato. O, como describía otro profesor de euskaltegi: "Es como si te comentan que va a llover pero no te dicen si hay que comprar paraguas o no, ni cuántos..."

Otro de los puntos que han indignado a los profesionales es la regañina que la viceconsejera Auzmendi les hizo durante la presentación de las líneas estratégicas que, a su entender, debería seguir este HABE. Habló de modernización y rejuvenecimiento de la plantilla, por ejemplo. Un discurso con el que no están de acuerdo y que incluso tachan de "insultante" por cuanto pone en duda el proceso de adecuación a los nuevos tiempos emprendidos por numerosos euskaltegis en plena campaña de matriculación.

Y es que, el cambio de estructuras y modelos de HABE defendido por la responsable de Política Lingüística no ha tenido éxito entre aquellos a quienes afectaría en primera persona esa política de reajustes. El responsable de un euskaltegi aprovechaba su interlocución con este diario para recordar al Gabinete de López y a la viceconsejería de Política Lingüística que "en HABE, en los últimos años con este Gobierno, se han jubilado tres personas y no las han sustituido. Dicen que han cubierto las plazas con promoción interna pero eso no es rejuvenecer la plantilla, que es lo que defienden".

Además, enumeraba un número cuantioso de centros de euskaldunización y alfabetización que desde hace ya un tiempo lucen los distintivos Bikain (certificado de calidad en la enseñanza en euskera); otros que están en proceso para poder obtener el distintivo de calidad ISO; e incluso un euskaltegi en la capital vizcaína que lucha ahora por conseguir la reluciente Q de calidad.

¿Y el propósito? Con todos estos ingredientes y los repetidos avisos a navegante que lanzó la viceconsejera Auzmendi, la red de euskaltegis no oculta su temor a que se puedan producir recortes presupuestarios que condicionen su trabajo de euskaldunización. Y eso que en la actualidad hay más estudiantes que hace ocho años. "Dicen que es por la crisis y que hay más gente parada, pero ¿cuándo se acabe la crisis qué pasa? ¿se acaban también las ganas de aprender euskera?", se preguntan.

"Nosotros -contesta un profesor- nos tenemos que batir el cobre todos los años para conseguir alumnos y con esas palabras parece que no hemos hecho nada, que vivimos anquilosados y viviendo de las rentas y que las administraciones tienen que seguir dándonos dinero...". Esa es la realidad que dibujan desde los euskaltegis, distinta a la presentada desde Política Lingüística.

A su juicio, la finalidad que busca la Administración es acortar los recursos presupuestarios que destina al aprendizaje de euskera en forma de subvenciones con la disminución de la masa estudiantil. De hecho, en la prospección realizada por la viceconsejería apunta a que la actual cifra de alumnos (39.727) se reducirá en el año 2020 a 30.548.