vitoria. El presidio de Nanclares ha tenido el dudoso honor en su última etapa de ser una de las cárceles con el índice de siniestralidad más alto de todo el Estado. Los cuatro presos que el pasado año murieron por causas no naturales superan las cifras registradas en otros penales conocidos también por ser escenario de estos lamentables incidentes, como la gaditana Puerto III o Alhaurín de la Torre.
Según el informe oficial que facilitó el Gobierno central al Comité contra la Tortura de Naciones Unidas, desde el año 2004 han fallecido un total de 20 presos en la cárcel alavesa por causas no naturales. Salhaketa, sin embargo, no descarta que pueda ser alguno más por la "ocultación sistemática" de información sobre todo lo que ocurre de puertas para adentro. El año más trágico para Nanclares fue 2005, cuando se produjeron hasta cinco fallecimientos. En el resto de las cárceles de la CAV han muerto cinco reos en los últimos siete años.
Tales consideraciones y el estado de las instalaciones de Nanclares obligaron al Estado a apostar por la construcción de un nuevo recinto con mejores condiciones. Y lo ha hecho bajo los parámetros de una macrocárcel capacitada para acoger a una población reclusa de casi 1.500 personas. Este dato contrasta con la capacidad del viejo presidio, en el que en su época con mayor actividad llegó a encerrar a alrededor de 900 personas.
"El Gobierno Vasco debe actuar con responsabilidad y solicitar la asunción absoluta de la competencia penitenciaria". Son palabras de Javier del Moral, responsable de Prisiones del sindicato ELA, previas a su crítica al modelo penitenciario basado en las macrocárceles y en criterios "economicistas" y no en otros modelos en los que se prime la reinserción de las personas reclusas. "El Ejecutivo autonómico es responsable del fracaso que pueda ir ligado a Zaballa. Asume las doctrinas del Ministerio del Interior sabiendo que va contra la necesidad de Euskadi en infraestructuras penitenciarias", explica.
Asimismo, las críticas del sindicalista recuerdan que la nueva cárcel empezará su andadura con el 50% del personal necesario para tal circunstancia.