Oion. La villa de Oion fue ayer el escenario en el que se rindió tributo al patrimonio más importante que vincula a Rioja Alavesa con la tierra y las tradiciones. La uva y el vino fueron los protagonistas de una jornada en la que miles de personas -hasta 15.000 según la organización- llenaron las calles de la localidad para brindar por una vendimia que ya comienza, aunque sea con los negros nubarrones que la acechan. Pese a lo climatológico, la jornada fue un éxito y un ejemplo para la próxima edición, que tendrá lugar en Lapuebla de Labarca.

Desde primeras horas de la mañana la villa se había llenado de personas que acudían madrugadoras, temerosas de no encontrar lugar para aparcar sus vehículos. La organización, sin embargo, se hizo notar, y los grupos de voluntarios estuvieron pendientes, colaborando con la Ertzaintza, para que todos pudieran aparcar en los numerosos lugares que se habían preparado y entre los que no se olvidó los lugares más cómodos y cercanos para las personas discapacitadas.

Cintas marcando calles enteras, con indicadores de en qué sitios se podía aparcar y en cuáles no, generosas separaciones entre stands para que resultara cómodo tomar vinos, dos centros de venta de copas para facilitar su adquisición y un tríptico con plano incluido facilitaron el que la jornada fuera un paseo en el que sólo por algunos instantes reinó la incertidumbre y fue por cuatro gotas de lluvia caídas en los momentos menos oportunos. Sin embargo, las nubes no inquietaron más de lo debido.

A las once en punto abrieron los numerosos puestos y comenzaron las danzas de los diferentes pueblos de Rioja Alavesa. Hacían tiempo para que media hora más tarde pudiera comenzar el acto institucional, con la asistencia del lehendakari, Patxi López; el diputado general, Javier de Andrés y otras muchas personalidades. Una presencia que tuvo, ya sobre el escenario, dos protagonistas importantes, porque importante fue la pitada que sonó en la Fiesta de la Vendimia. La mayor fue para Victor Pascual, a la sazón presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja y de la Interprofesional del Rioja, que vive sus momentos más crispados de la historia por culpa de la falta de acuerdo para el precio de la uva. La segunda pitada fue para el lehendakari, ya en un tono más comedido. El resto de invitados tuvo algún tímido aplauso.

El primero en intervenir fue el alcalde de Oion, Rubén Garrido, quien dio la bienvenida a la fiesta a todos los asistentes y deseó una grata jornada a todos que sirviera para conocer mejor los valores de esta tierra. A continuación, el primer edil colocó el maillot de la fiesta a los ciclistas Igor Antón, Iñaki Isasi y Mikel Landa, en presencia del presidente de la Fundación Euskadi Ciclista, Miguel Madariaga, e Igor González de Galdeano, manager del Euskaltel... Todos ellos, aunque las palabras las pronunció Madariaga, fueron los pregoneros de la fiesta.

En su intervención, éste repasó la vinculación de este conjunto con la Cuadrilla de Rioja Alavesa, ya que desde 2008 llevan vino de la Asociación de Bodegas de la comarca a y aceite de la zona en la dieta de competición. Hace dos años esa agrupación bodeguera, Abra, les entregó el Galardón Rioja Alavesa. Terminó Miguel Madariaga haciendo alusión a los tiempos duros que tiene el sector del vino, "con trabajo duro y constante vuestros vinos también tendrán su Gran Vía", haciendo una comparativa al triunfo de Igor Antón en la Gran Vía bilbaína en la pasada Vuelta a España.

Tras sus palabras fueron accediendo al escenario, situado en el quiosco de la música las parejas de niños de cada uno de los municipios de la comarca, más una pareja representando a las juntas administrativas, cerrando la de Oion, cada uno de ellos un cesto con las primeras uvas vendimiadas, que fueron depositadas en la gran cuba preparada en una esquina del escenario. Allí, por vez primera, dos mujeres procedieron al pisado, Minerva y Cristina. Para ellas era la primera vez que hacían algo similar y comentaban "la sensación fría en los pies, pero agradable. Para nosotras, que estamos en nuestro pueblo, es un orgullo representar esto y que además seamos mujeres".

Primer mosto con novedad El primer mosto fue recogido en unas jarras de barro. Con ellas se llenaron las copas de las autoridades para que brindaran por la fiesta y la vendimia y se hicieran la habitual foto de familia, que empieza a ser inevitable. A partir de ese momento, comenzó la fiesta. Se inició el movimiento de vecinos y visitantes que, hasta ese momento, abarrotaban la plaza del Ayuntamiento a la espera del pistoletazo que marca el fin de acto institucional.

Los asistentes a la fiesta iniciaron su peregrinar por los diferentes espacios. Como el stand de Labastida, donde estaba Fernando del Olmo bebiendo "un vino de Bastida, aunque todos los de Rioja Alavesa son buenos. Estamos orgullosos de nuestros vinos, de nuestros cosecheros y de la gente que trabaja en las viñas". Respecto al futuro del vino, este vecinos reclamaba que "espero que por lo menos se siga trabajando como hasta ahora. ¿Qué se va a pasar un poco mal? Seguro que sí, pero esperamos remontarlo como buenos agricultores y gente dura que somos".