vitoria. La central nuclear de Santa María de Garoña vuelve a estar en el larguero. Después de que el Gobierno de Zapatero aprobara una prórroga por dos años para la planta de primera generación que caducará en 2013, la sombra de una posible nueva renovación de este permiso en caso de un cambio de inquilino en la Moncloa ha hecho saltar las alarmas entre ecologistas y detractores de la central burgalesa. Y es que con la sombra de las elecciones generales a la vuelta de la esquina, las veladas intenciones expresadas por el líder popular Mariano Rajoy para una posible continuación del funcionamiento del complejo atómico han dejado abierto un debate en el que pocos se atreven a expresarse claramente. Y esta indefinición ha levantado ya las primeras suspicacias. De hecho, desde que el PP entrara a gobernar en la Diputación alavesa todavía no ha habido una comunicación expresa sobre el posicionamiento oficial. Ni siquiera en el momento en el que el alcalde de Vitoria y compañero de partido de Javier De Andrés, Javier Maroto, manifestó su rechazo a la continuidad de Garoña, en contra de las voces oficiales de su grupo político.
Así las cosas, la diputada de Medio Ambiente, Marta Cerrillo, no ha pasado de decir que su clausura "es una competencia de otra comunidad autónoma" por lo que algunos grupos de la oposición y ecologistas ya han levantado la voz. De hecho, el grupo juntero del PNV ha presentado una interpelación para el próximo Pleno de control de la Cámara alavesa con el objetivo de conocer cuál es el posicionamiento político de Cerrilo "con respecto al cierre o continuidad en la explotación de la Central Nuclear de Santa María de Garoña y, asimismo, si este posicionamiento es o no coincidente respecto al manifestado por las Juntas Generales de Álava o es su intención mantener otra postura".
juntas en contra No hay que olvidar que el pasado 25 de marzo, la Cámara alavesa aprobaba una moción en la que se reafirmaba su posición contraria a las prórrogas de la licencia de explotación de la planta y solicitaba la aplicación de planes para el fomento de la actividad económica en su área de influencia. De esta forma, el Ejecutivo estructuró un plan que beneficiaba el impulso de la zona en base a su potencial turístico y otros factores.
Por su parte, el grupo ecologista Eguzki ha vuelto a expresar esta misma semana que Garoña debería estar cerrada "por vieja, peligrosa, innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad y por obligación con la promesa electoral". Esta declaración llegó después de que el jueves el Consejo de Seguridad Nacional publicara los resultados preliminares de las pruebas de resistencia de las nucleares del Estado ante incidentes severos. Dicho informe consideraba "aceptable" la previsión de Nuclenor, titular de la central, aunque señalaba carencias en el mismo como un análisis sobre los efectos sobre la seguridad de la planta ante seísmos, inundaciones o incendios o en otras hipótesis como roturas de presas, pedrisco, o tormentas eléctricas.