vitoria. ¿Garoña se encuentra preparada para soportar sucesos naturales extremos o accidentes graves de carácter interno? Las pruebas de estrés realizadas por los técnicos de la planta atómica y cuyas conclusiones preliminares hizo públicas el jueves el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aportan algunas pistas al respecto. Aunque el órgano adscrito al Gobierno Central aprobó "en fondo y forma" el resultado de los test, también advirtió de que son muchos los aspectos todavía por pulir debido a las lagunas encontradas en la documentación aportada por las centrales. Garoña no fue una excepción, e incluso en comparación con el resto de plantas analizadas el tirón de orejas fue mayor.

Pese a todo, una vez evaluadas las conclusiones del CSN, la empresa explotadora de Garoña (Nuclenor) valoró ayer muy positivamente los resultados de este informe, "que ratifican la seguridad de la central nuclear y su capacidad para seguir operando". La planta tendrá ahora hasta el 31 de octubre para complementar sus análisis, añadir las mejoras que le propone el CSN y remitir al organismo su informe final, que a su vez será enviado a la Comisión Europea en diciembre. "Los márgenes de seguridad de Garoña son superiores a los requeridos en las bases de diseño y garantizan que la instalación puede hacer frente a situaciones extremas", puntualizó Nuclenor.

Con el informe en las manos, DNA analiza a través de estas líneas qué medidas podría tomar la central nuclear ante cuatro crisis diferentes: un terremoto, una inundación, la pérdida de alimentación eléctrica y un accidente en el reactor. El documento del CSN, y ésta ha sido una de las principales críticas de los grupos ecologistas hasta el momento, no analiza cuál sería la situación que se daría en una central si sumase varias sucesos extremos a la vez. Cabe recordar que en la catástrofe de Fukushima, la que impulsó al CSN a exigir estos informes a las plantas españolas, un terremoto precedió a un tsunami que provocó que la planta nuclear se quedase aislada y sin electricidad.

terremotos

Analizar más intensidades

Aunque el documento del CSN cree "aceptables" los protocolos de la central para hacer frente a movimientos sísmicos, Garoña deberá realizar nuevos análisis en los que valore su capacidad de respuesta ante terremotos de mayor intensidad, cercana por ejemplo al dramático episodio vivido el pasado mayo en Lorca. La planta nuclear no ha analizado tampoco las consecuencias que tendría la rotura de la presa del Ebro, ubicada a 70 kilómetros, por lo que el CSN verificará las hipótesis y cálculos de los técnicos de Garoña. El suspenso para la planta llega en este campo porque no incluye análisis sobre los efectos que tendrían sucesos internos derivados de terremotos, como inundaciones internas e incendios.

inundaciones

¿Precipitaciones locales?

El examen del CSN se muestra especialmente crítico con Garoña en este campo, el análisis de sus protocolos en caso de inundaciones. Nuclenor certifica que ni los incrementos del caudal del río Ebro ni la rotura "completa e instantánea" de las presas aguas arriba de la planta afectarían a los elementos vitales de su instalación, una información escasa e incompleta a juicio del Consejo. El órgano advierte a Garoña de que no ha contemplado el análisis de posibles efectos de inundación por precipitaciones locales intensas, ni una estimación de márgenes respecto al diseño de las redes de drenaje de pluviales y cubiertas. La planta tampoco ha analizado el impacto potencial que tendría la elevación del nivel de aguas subterráneas ni qué acciones tomaría "en caso de roturas extraordinarias de presas", mejoras que el CSN exige para su informe final.

pérdida de alimentación eléctrica

Sólo cuatro horas de autonomía

El CSN avala como "segura y conforme a lo previsto" la hipotética respuesta de la central ante una pérdida prolongada de alimentación eléctrica exterior, la parte de esta particular reválida que Garoña aprueba con mejor nota. La central dispone de dos generadores de diésel independientes para producir, cada uno, el 100% de la electricidad necesaria para el funcionamiento de los equipos y sistemas de seguridad y tiene también baterías de corriente continua que permitirían el funcionamiento de los sistemas de seguridad "en situaciones extremas". El CSN, con todo, advierte de que Garoña sólo aguantaría cuatro horas en una situación de falta de suministro eléctrico como la ocurrida en la central de Fukushima.

accidentes en el reactor

Alta presión en la vasija

El CSN considera "correctas" las descripciones realizadas por los técnicos de Nuclenor ante la hipótesis de que el reactor de Garoña sufriese un accidente, aunque les exige completar su informe definitivo con la valoración de varios supuestos. Entre otros, la hipótesis de que la vasija sufra una alta presión y deba realizarse una despresurización de emergencia, a la que Nuclenor no responde indicando si tiene medidas adicionales. Lo mismo sucede al estimar la cantidad de material radiactivo que podría emitir al exterior para proteger la contención.