vitoria. Jóvenes, organizados, afincados en Gasteiz desde hace algún tiempo e inmigrantes procedentes del este de Europa. Más concretamente de Rumanía. El perfil de los cinco detenidos ayer por la Ertzaintza en la capital alavesa se repite una vez más, al igual que los motivos que han conducido a su arresto. La Policía autonómica les implica en varios robos con fuerza perpetrados en distintas propiedades diseminadas por el territorio. Cae desarticulada otra banda, como ya sucediera el pasado febrero, pero ello no significa que el crimen organizado desaparezca o que tan siquiera decrezca. Los grupos organizados siguen teniendo a Álava en su punto de mira tal y como se deduce de los sucesos registrados en las últimas jornadas.

De madrugada y por sorpresa, diversas unidades de la Ertzaintza se presentaron ayer en un domicilio de la calle Cuadrilla de Vitoria del barrio de Zaramaga. En cuestión de minutos, localizaron a sus ocupantes y los detuvieron. Acto seguido, registraron a fondo la vivienda en busca de elementos que puedan vincularles a la larga lista de asaltos que se les imputan. Más tarde, fueron trasladados a comisaría y finalmente pasaron a disposición judicial.

Los cinco arrestados, todos ellos de origen rumano, son muy jóvenes. Veinteañeros que apenas llamaban la atención en el barrio. Sus quehaceres diarios no llevaban a sospechar a sus vecinos a qué se dedicaban en realidad. Con poco que perder y mucho que ganar, se organizaron en su día para llevar a cabo estudiados golpes en distintos puntos del territorio y hasta que la Ertzaintza les ha parado los pies, su currículo era de lo más prolijo. No establecían distinciones y fijaban su mirada tanto en domicilios como en naves industriales emplazadas en polígonos, a salvo de las miradas curiosas en cuanto cae la noche y durante los fines de semana. Para las viviendas también procuraban fijarse objetivos aislados y tranquilos. Sentían especial predilección por los núcleos urbanos de las zonas rurales, con casitas diseminadas. Tampoco desdeñaban actuar en las provincias limítrofes a Álava, a tenor de las pesquisas realizadas por la Ertzaintza. Planeaban sus robos y los llevaban a cabo con meticulosidad, si bien los agentes les seguían los pasos de cerca gracias al rastro de pruebas que dejaban tras de sí.

segunda operación Esta es la segunda gran operación de estas características que la Ertzaintza lleva a cabo dentro del término municipal de Vitoria contra los grupos organizados del este de Europa en lo que va de año. El 23 de febrero, los efectivos de la Policía autonómica llevaron a efecto una intervención calcada a la ejecutada ayer aunque desarrollada en múltiples escenarios y con una banda de atracadores de origen georgiano como protagonistas.

El operativo se activó entonces a las cinco y media de la madrugada y fueron tres los grupos de la Ertzaintza que actuaron de manera coordinada. Irrumpieron al unísono en tres pisos radicados en distintos barrios de Vitoria ocupados por miembros de una misma banda y detuvieron a tres de sus cabecillas. La Policía les atribuía al menos una docena de asaltos, aunque a diferencia del grupo de rumanos arrestados ayer, no acostumbraban a actuar fuera de la capital alavesa. Al día siguiente, un cuarto ciudadano de la misma nacionalidad, compañero de los anteriores, se presentó en la comisaría de Portal de Foronda para interesarse por los cargos que se les imputaban a sus amigos y la Policía le comunicó que también quedaba detenido como parte de la operación conjunta.

El botín perseguido, tanto entonces como ahora, y que llevaba a determinar qué casas debían asaltar, eran el oro, lasjoyas y el dinero en metálico. Objetos de valor sencillos de transportar para sacarlos inmediatamente del país.

Si ayer intervinieron en la calle Cuadrilla de Vitoria, hace medio año hicieron lo propio en las calles José Mardones, Orio y Reyes de Navarra. Tampoco entonces, al igual que sucede ahora, se descartó la posibilidad de que se produjeran nuevas detenciones. En realidad, en aquella ocasión los primeros arrestos se llevaron a cabo en enero, también en la capital alavesa, por lo que el saldo de detenidos de origen georgiano se elevó a seis.