Bilbao. La reforma de cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria y la Formación Profesional deberán esperar al curso que viene en Euskadi. El tiempo, o la falta de él, ha sido la razón esgrimida por el Departamento de Educación del Gobierno vasco para justificar el aplazamiento de la reforma educativa de mayor calado de cuantas se hayan realizado en el Estado los últimos cinco años. "No ha habido tiempo suficiente para poner en marcha estos cambios", afirmaron ayer a Efe fuentes del Departamento de Educación.
Sin embargo, la Administración vasca sí expedirá a partir del próximo mes de junio el certificado oficial que reconocerá las competencias adquiridas por aquellos estudiantes que no consigan el graduado de ESO. Esta es la principal novedad del curso académico que 350.000 estudiantes vascos comenzarán a partir del 6 de setiembre, un 2,5% respecto al curso anterior. El aumento de alumnado también irá acompañado de un incremento de la plantilla docente, según Educación. Un extremo éste que fue duramente criticado por decenas de directores de centros escolares y sindicatos tras la Mesa Sectorial de Educación celebrada del pasado mes de junio. En estos momentos, los sindicatos vascos están estudiando si todas las vacantes están cubiertas después del proceso de adjudicación de plazas tras la OPE de junio.
La implantación de la reforma de la ESO y la FP aprobada en el Consejo de Ministros, en el que José Luis Rodríguez Zapatero anunció que no se presentaría a la reelección, era optativa para las comunidades autónomas este curso y de obligado cumplimiento el curso 2012-2013. Dado el escaso tiempo transcurrido desde su aprobación -apenas dos meses- y la falta del presupuesto necesario para financiar todos los cambios que introduce la reforma, pocos o nadie en la comunidad educativa vasca confiaban en que el Gabinete que dirige Isabel Celaá llevase el nuevo modelo a las aulas este mes de setiembre. El Ministerio aportará 600 millones de euros los próximos tres años para financiar la nueva FP, y calcula que las comunidades autónomas deberán destinar otros 300 millones de euros.
La reforma que se ha quedado en un cajón de Lakua -por este curso- pivote sobre dos grandes ejes. El primero tiene que ver con la nueva estructura de cuarto de la ESO, que además de Letras y Ciencia tendrá otra rama orientada a encaminar al alumnado hacia la FP. Esta especialidad tiene tres nuevas materias en el currículo: Alimentación, Nutrición y Salud, Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional y Orientación Profesional e Iniciativa Emprendedora. Por tanto, habrá que editar nuevos libros de texto y orientar al profesorado. Además, la configuración del curso es distinto. Habrá 11 materias, 12 en el caso de Euskadi por el euskera, que se ordenarán en tres opciones y un grupo de materias comunes. Los alumnos podrán elegir las tres materias de una de las opciones o dos materias de una opción y una tercera de las comunes.