vitoria. La iglesia de Jesús Obrero, contigua al histórico instituto politécnico gasteiztarra, ha cerrado sus puertas de forma indefinida. A diferencia de lo sucedido durante los últimos años, el templo católico ubicado en la calle Monseñor Estenaga no acogerá a más fieles a partir del próximo 1 de septiembre tras su habitual parón de la actividad en agosto. La marcha a otras ciudades del Estado de la ya residual comunidad jesuita de Gasteiz se encuentra detrás de una decisión que, pese a todo, no traerá de la mano en modo alguno variaciones en la actividad o la oferta del centro de Educación Secundaria y Formación Profesional, que seguirá en manos de su actual equipo gestor.
"La institución mantendrá su oferta educativa en Vitoria, tanto la del instituto como la del centro de espiritualidad Loiola", confirmó ayer en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA uno de los nueve religiosos que, todavía, tienen fijada su residencia en Jesús Obrero. Él, como el resto de sus compañeros de la congregación, iniciarán una nueva vida lejos de la capital alavesa próximamente. La mayoría de edad muy avanzada, y ante la falta de nuevas vocaciones, "la falta de jesuitas impide que se pueda mantener esta comunidad". Sin jesuitas en el complejo educativo, quienes acostumbraban a asistir a misa en el templo deberán acudir a partir de ahora a otras iglesias del entorno del recinto.
Fundado en 1945 por el jesuita Demetrio Ruiz de Alburuza como Escuelas de Jesús Obrero, el centro educativo pertenece a día de hoy a una fundación integrada por la Caja Vital, la Diputación alavesa, la Diócesis de Gasteiz y la Compañía de Jesús. El centro, según advierte a través de su dirección electrónica, ofrece una educación secundaria y profesional "con inspiración cristiana que permite cubrir las demandas de las instituciones, las empresas y los trabajadores mediante la formación en nuevas tecnologías".
fin a un éxodo escalonado El éxodo de la comunidad jesuita gasteiztarra, ya conocida desde amplios sectores de la capital alavesa, se ha producido de forma escalonada a lo largo de los últimos meses y concluirá según confirmó ayer el mismo religioso antes del 15 de septiembre si no surgen imprevistos. "Ésa es la fecha tope, aunque es posible que algunos miembros de la comunidad se vayan antes", advirtió. Bilbao, Pamplona, Madrid o Tudela son algunos de los destinos que los religiosos han elegido para continuar con su vocación.
Los habituales del templo, hasta ahora, podían asistir a misa todos los días de la semana en varias franjas horarias, por la mañana, al mediodía y a última hora de la tarde. Al margen de las tres ceremonias oficiadas todos los días laborables, también se celebraban cuatro más los fines de semana y los festivos, una de ellas en euskera.