Vitoria

Garoña no deja de estar en el foco de atención de la sociedad alavesa. Esta vez vez como consecuencia de las declaraciones realizadas por el responsable del PP en Burgos César Rico al asegurar que su formación seguirá luchando por prorrogar la vida útil de la planta nuclear y dejar caer que si Rajoy gana las elecciones generales del 20 de noviembre, la central seguirá abierta unos años más. Y todo ello después de que Zapatero anunciara su clausura para julio de 2013 y de que los tribunales ratificaran esta decisión del Ejecutivo socialista.

Así las cosas, las reacciones no se han hecho esperar y desde diferentes asociaciones ecologistas y ayuntamientos de la zona próxima a la planta de Nuclenor se ha lanzado la voz de alarma para intentar detener lo que consideran "un despropósito absoluto, sobre todo, después de la catástrofe ocurrida en Fukushima (Japón) y de la sentencia del Supremo. Cabe recordar que los responsables de la central ya anunciaron que presentarían un recurso de apelación ante esta decisión. Existe también la posibilidad de que, igualmente, se solicite la suspensión cautelar de la sentencia ya que la resolución del alto tribunal.

Ante este hecho, las diferentes organizaciones ecologistas amenazan con emprender diferentes tipos de movilizaciones para impedir que el PP consiga su propósito de prolongar la vida útil de Garoña. La posibilidad de la renovación del contrato es, en cambio, una bocanada de aire fresco para los trabajadores de la central de Nuclenor. Y un jarro de agua fría para aquellos que creen que hoy en día es posible generar otro tipo de energía más beneficiosa.

Raquel Montón es una de ellas. La responsable del sector de Energía de Greenpeace, cree que los propósitos del PP van en contra de todo lo ocurrido en el mundo. Aun así, cree que es muy difícil hacer afirmaciones sólo por las declaraciones realizadas por Rico y Rajoy, contaminadas, además, por el clima de una precampaña electoral.

Independientemente de ello, la organización ecologista se compromete a exigir al Gobierno actual que no se renueve la prórroga de la instalación nuclear, ya que supondría ir en contra de todos los principios. "Lo que hay que hacer es buscar un tipo de energía que resulte eficiente, inteligente y renovable", asegura Montón.

Por su parte, Antonio Cornadó, portavoz de Nuclenor, defiende que la postura del PP es la que ha mantenido desde siempre y las declaraciones de Rico no suponen, por tanto, ninguna novedad.

pruebas de estrés Sin embargo, el responsable de Ekologistak Martxan, Alfonso Ribote, sí que manifiesta su malestar ante la posibilidad de que Garoña pueda permanecer abierta más tiempo del dictado ya por los tribunales y el Gobierno. "Es increíble que aún se intente que la central siga activa después de lo ocurrido en la de Fukushima", dice resignado.

Desde esta asociación se señala que, antes de realizar estas aventuradas afirmaciones -en referencia al PP-, "los políticos deberían esperar a que se realicen las pruebas de estrés y del choque de avión para determinar el estado de Garoña y así poder lanzar promesas algo más cercanas a la realidad actual de la planta nuclear".

Aun así, Ribote se teme que "no hay nada irreversible y, aunque el cierre de la planta de Nuclenor ya está dictado para julio de 2013, cualquier cosa puede pasar todavía". Piensa, igualmente, que el interés de los populares en que Garoña pueda permanecer abierta unos años más es meramente económico y que, con la excusa de la política de generación de empleo utilizada por Rajoy, puedan sacar beneficio de la planta nuclear. En lo relativo a la continuidad y los empleos que genera, manifiesta que "hay más riesgo que beneficio", y que por eso no resulta, en absoluto, rentable.