vitoria. Las estrecheces económicas que atenazan a numerosas familias alavesas les han empujado a escoger el alquiler como su opción preferente a la hora de acceder a una vivienda. Preferente y prácticamente única, porque el precio de los pisos libres sigue por las nubes pese a su caída desde que estalló la crisis y, en consecuencia, formalizar una hipoteca puede suponer para muchos un riesgo para el futuro. La demanda de alquiler protegido se ha disparado durante los últimos años, según los datos recopilados por el Departamento vasco de Vivienda, hasta el punto de que en Álava ya supone la opción preferida para los vecinos inscritos en las listas de Etxebide.

No obstante, mientras la lista de espera no se aligere tal y como ya ha sucedido con la compra de VPO, los interesados en alquilar no tienen más remedio que optar por el arrendamiento libre para poder disfrutar de una vida independiente. La renta que deben desembolsar al mes, eso sí, supone para sus economías una losa demasiado grande en comparación con lo que deberían pagar en caso de ser agraciados en un sorteo de vivienda pública: nada menos que 700 euros más al mes de media, tal y como constata el último informe de Evaluación de la política de Alquiler elaborado por el Gobierno Vasco, fechado en mayo del presente ejercicio.

Las viviendas pertenecientes a particulares y colocadas en el mercado de alquiler a través de los agentes de propiedad inmobiliaria alcanzaron en 2010 en Euskadi una renta media de 903,7 euros mensuales, una cifra que cuadriplica la del segmento protegido (205,4). La diferencia no ha dejado de ensancharse desde el año 1998, cuando el alquiler protegido exigía al arrendador un desembolso medio de 144 euros al mes por los 529 del arrendamiento libre. Menos de 400 euros de diferencia. Cabe destacar también que el alquiler social en Álava es, con bastante diferencia, el más económico de las tres provincias vascas con un coste mensual medio de 114 euros para los inquilinos, muy lejos de Gipuzkoa (239) y Bizkaia (305). Esto hace que la brecha abierta entre el coste que supone arrendar un piso libre y una VPO en el territorio sea todavía más acusada.

A diferencia de hace únicamente cinco años, las listas de Etxebide están mayoritariamente integradas por demandantes de viviendas en alquiler en detrimento de las VPO de compra, una circunstancia incluso más acentuada en Álava. A finales del pasado 2010, el 39,9% de los inscritos demandaban únicamente un piso en régimen de alquiler, mientras que los que optaban sólo a comprar representaban un 29% del total. La opción alquiler y compra era la elegida por el 31,1% de los demandantes. En el conjunto de Euskadi, la mayoría opta a la hora de formalizar su inscripción en Etxebide por apuntarse a los sorteos tanto de alquiler como de compra, un 39% del total.

Según el informe de Lakua, el 59% de la demanda de vivienda sólo en alquiler corresponde a unidades convivenciales unipersonales y el 22% de los demandantes no acreditaron el nivel de ingresos exigido para acceder a la compra de vivienda protegida. De hecho, sólo el 7% de los demandantes percibe unos ingresos superiores a los 22.000 euros anuales.