Vitoria. El juego de palabras viene casi hecho, ya que los incidentes registrados ayer durante el Rosario de la Aurora de Vitoria concluyeron como reza el dicho. Mal. Los sucesos, calificados de "graves" por la Policía Local, tuvieron lugar a la altura del Gaztetxe al paso de la comitiva que integraba el popular y festivo Rosario cuando un joven comenzó a proferir graves insultos en su contra. Tal y como señalaron los agentes, los hechos tuvieron lugar pasadas las 7.00 horas, cuando el grupo avanzaba por la calle de Las Escuelas. El citado joven fue detenido después de "insultar a los participantes en el acto y mostrar resistencia y desobiencia a las indicaciones de los agentes". Tras el arresto, los responsables policiales precisaron que fue necesario el empleo de la fuerza contra los acompañantes del detenido, que intentaron agredir a los agentes. No fue el único ataque que debieron repeler los guardias, ya que durante la noche de ayer otro agente sufrió una dislocación del hombro a resultas de una disputa mantenida con un conductor embriagado.
El día 4, un minuto antes de la bajada de Celedón se produjo un intento de robo con violencia en el que se empleó un arma blanca. Los agentes municipales detuvieron a un hombre de 34 años frente a un establecimiento de la calle Zapatería donde el arrestado se apropió de gorros y gafas de un vendedor ambulante. Cuando el propietario reclamó su devolución, el detenido le amenazó con una navaja, por lo que tuvo que ser reducido por varias personas que avisaron a la Policía Local.
A las 21.30 horas, se procedió a detener a una joven acusada de "desobediencia grave" a la autoridad. El enfrentamiento se produjo en el cruce de la Avenida de Gasteiz con Adriano VI cuando una patrulla atendía un accidente de tráfico. La detenida, pasajera de uno de los coches implicados, insultó e intentó acometer varias veces a los agentes, motivo por el cual hubo de ser reducida y trasladada a dependencias policiales, donde siguió insultando a todos cuantos encontró a su paso.
Ya de madrugada, a las 01.10 horas de ayer, los agentes detuvieron a un joven de 22 años acusado de un presunto delito de agresión a particular, al que le produjo lesiones leves. El incidente ocurrió en un bar donde el imputado agredió al responsable después de que éste le llamara la atención por molestar a la clientela. El joven, visiblemente embriagado, la emprendió a golpes con los puños y un cinturón contra el encargado y fue retenido hasta que los efectivos policiales llegaron al lugar.
A lo largo de toda la noche, los voluntarios de la Cruz Roja atendieron a una decena de personas, la mayoría de ellas aquejadas de intoxicaciones etílicas y diversos traumatismos. Ocho de ellas tuvieron que ser trasladadas a los hospitales de Txagorritxu y Santiago.
Alcoholemia Ya en Laguardia, la Ertzaintza detuvo el jueves por la tarde a un conductor por arrojar una tasa de alcohol seis veces superior a la permitida. El automovilista circulaba por la carretera A-124 y tras someterse a la pertinente prueba de alcoholemia arrojó unas tasa de alcohol seis veces superior al límite legal. El motivo que llevó a la patrulla de la Ertzaintza a sospechar del arrestado fue que observó cómo el vehículo que les precedía circulaba de manera irregular. Invadió en varias ocasiones el carril del sentido contrario, atravesó la línea continua y generó una situación de peligro para la circulación. Los agentes interceptaron el vehículo para, acto seguido, constatar que el ocupante presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas y que no portaba el correspondiente permiso de conducir. Finalmente, el implicado fue detenido tras arrojar unas tasas de 1,49 y 1,57 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en las pertinentes pruebas.