vitoria. El proceso que acaba en desahucio suele comenzar con una familia que deja de pagar su hipoteca. En realidad, la deuda suele afectar a la totalidad del precio de la vivienda, ya que durante los primeros años sólo se pagan los intereses del préstamo. A continuación, el banco embarga el piso, que sale a subasta por un valor muy inferior al que fue en su día tasado para la hipoteca. El proceso, sin embargo, es aún más sangrante, ya que la familia, además de quedarse sin casa, debe asumir la deuda que no se haya cubierto con la venta de la propiedad, que sigue viva y generando cada vez más intereses.

Como resulta imposible pagar, el banco procede al embargo del resto de los bienes de la familia y, como colofón de pésimo gusto, el embargado ha de abonar las costas judiciales. Por si esto fuera poco, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, Adicae-Euskadi, explica que ante la indignación popular provocada por los desahucios, la banca ha reaccionado "con maniobras engañosas que aumentarán las cargas de los hipotecados en su beneficio". Afirman que las entidades financieras juegan al despiste sobre soluciones tan claras como la moratoria de embargos hipotecarios que defiende Adicae como solución a los problemas planteados.

Según la asociación, las medidas anunciadas por algunos bancos, como la carencia de tres años en el pago del capital en las cuotas hipotecarias de sus clientes en paro, puede aliviar la presión en algunos casos, aunque alertan de que "aumentará los beneficios de la entidad al retrasar el plazo de pago de la hipoteca ese capital con intereses". Adicae ha anunciado que estudiará legalmente esta propuesta, ya que "todo el capital cuyo pago se posponga en la carencia generará intereses durante toda la vida del préstamo, además de los intereses que por ese mismo capital se pagarán durante la carencia. Es decir, el hipotecado pagará dos veces intereses por el mismo dinero".

También las hipotecas con dación en pago promocionadas por otros bancos son calificadas por la agrupación como "mera operación de marketing". "Ocultan las condiciones leoninas y de altos costes para los clientes, es decir, más negocio, negocio, negocio. Sólo se refieren a las nuevas hipotecas, olvidando a los que están embargando y ejecutando diariamente, y sobre todo no dice a qué clientes darán estas hipotecas, que normalmente serán aquellos para los que la dación en pago sólo sería un caso muy hipotético y altamente improbable", advierten. Adicae interpreta que estos anuncios están en la línea de lo que se ha denominado "cambio de cartera hipotecaria y de restricción radical del crédito hipotecario", medidas que la crisis financiera y el posterior estallido de la burbuja hipotecaria han obligado a adoptar a todas las entidades.

"No engañarán a nadie con estas maniobras, que sólo pretenden impedir los necesarios cambios de la legislación hipotecaria española y que deberían comenzar por la moratoria por tres años a todos los embargos de vivienda habitual que está proponiendo Adicae al Gobierno y al Parlamento", concluyen.