vitoria. Los jóvenes participantes en el encuentro celebrado estos días en la Facultad de Letras de Vitoria han exigido a las autoridades la articulación de políticas lingüísticas que "aseguren el uso de las lenguas minoritarias". Creen que los gobiernos deben favorecer la "creación de espacios" en todos los ámbitos, en los que se promueva la utilización del euskera, el gallego, el asturiano, el catalán, el bretón, el corso, y otras tantas que tanto dentro como fuera de Europa corren el peligro de quedar arrinconadas.
Así lo acordaron ayer durante la última jornada del Encuentro Europeo de Jóvenes Hablantes de Leguas Minoritarias, que ha reunido en la capital alavesa a medio centenar de personas preocupadas por el futuro de sus respectivas lenguas. Tras analizar las experiencias de cada lugar y escuchar atentamente la opinión de distintos expertos, los participantes decidieron redactar un manifiesto que recoge tanto compromisos para los propios hablantes como exigencias a las instituciones encargadas de velar por que se respeten los derechos lingüísticos.
A las autoridades les piden el "reconocimiento legal" de todas ellas "en condiciones de igualdad". Más en concreto, creen que todos los países deben refrendar la Carta Europea de las Lenguas y hacer que se cumpla. Se calcula que 40 millones de ciudadanos de la UE utilizan regularmente una lengua regional o minoritaria histórica. Además, según informes de la Unesco hay más de 30 lenguas europeas amenazadas.
En este sentido, las miradas están puestas en Francia, que se bien firmó la carta en el año 1999, nunca la ha llegado a ratificar. El encuentro en Vitoria ha servido para que el Gobierno Vasco le dé un tirón de orejas al Ejecutivo francés. Además, hablantes bretones han puesto de manifiesto que no se sienten protegidos por París.
Sin embargo, y sin ir tan lejos, también se han detectado cosas que mejorar dentro del Estado español, que ratificó la Carta en 2001. En este sentido, los hablantes gallegos han denunciado que el Gobierno autonómico, en manos del PP, ha puesto en marcha una política lingüística que "aleja a los niños de 0 a 6 años de todo contacto con su lengua", mientras que en Primaria y Secundaria se reducen las horas de clase impartidas en gallego. Así lo explicaba el miércoles el escritor Sechu Sende. Por ello, el manifiesto recoge también medidas orientadas a la escuela, que es donde se genera en la mayoría de los casos el conocimiento. "Reivindicamos la defensa y promoción de todas las lenguas y el derecho a una educación íntegra", añade el manifiesto.
Asimismo, los participantes en estos encuentros se comprometen a "utilizar, defender y potenciar" sus lenguas en todos los ámbitos de la vida, convencidos de que es parte del patrimonio cultural y también de su identidad. "Además, nos comprometemos a acercar nuestras lenguas a aquellas personas que no las conocen y a generar actitudes positivas hacia ellas", añade el documento, que divulgarán a través de un blog que pretende convertirse en un espacio de encuentro de hablantes de lenguas minoritarias.