Vitoria. El problema de la droga sigue, más que nunca, presente en las calles de Vitoria. Lejos de reducirse, el tráfico de estupefacientes se duplicó a lo largo del año pasado, de acuerdo con los datos extraídos de la memoria de la Policía Local 2010 a la que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. La omnipresente crisis puede, como no podía ser menos, estar vinculada a este auge del mercado de sustancias ilegales, ya que parece haberse incrementado el número de personas que carece de trabajo estable y se lanza a la aventura del trapicheo a pequeña escala para obtener un sobresueldo. Sea como fuere, los casos de tráfico de cannabis, hachís y derivados conocidos por la Guardia Urbana han pasado de 7 en 2009 a 15 en 2010 y los de distribución de cocaína y derivados también han evolucionado de uno a dos. Como resultado de las actuaciones policiales ligadas a estos dos apartados en concreto, se detuvo a 18 personas, de las cuales finalmente cuatro resultaron imputadas.
También aumentó el capítulo de arrestos relacionados con el tráfico de psicotrópicos, anfetaminas y derivados. Mientras que en 2009 no se abrieron atestados por esa causa, en 2010 y bajo la supervisión del anterior equipo de gobierno municipal se practicaron tres detenciones por este motivo que, finalmente, no llegaron imputaciones.
En conjunto, la cifra de arrestados por la Policía Municipal vinculados a la comisión de delitos de tráfico de estupefacientes pasó de 22 en 2009 a 30 en 2010. Curiosamente, mientras que hace dos años siete de los detenidos pasaron a convertirse en imputados, a lo largo del año pasado sólo cinco siguieron este mismo camino.
Más robos Otro de los capítulos delictivos que no deja de crecer ejercicio tras ejercicio en la capital alavesa es el correspondiente a los robos. Los delitos contra el patrimonio han pasado de 2.745 en 2009, fecha en la que ya se creó cierta alarma social por su fuerte tendencia al alza, a 2.771 en 2010. Curiosamente, uno de los apartados que más se han descontrolado ha sido el correspondiente al robo de bicicletas, que ha pasado de 79 denuncias en 2009 a 108 en 2010. La situación se ha vuelto tan alarmante, que los mandos de la Policía Municipal han pedido recientemente a los agentes que extremen la vigilancia en este aspecto. La buena noticia es que de las seis personas que fueron imputadas hace dos años por este motivo se ha pasado a 13 el año pasado. También el hurto de ciclomotores ha seguido la misma estela, al crecer de 14 a 22 casos.
Paralelamente, las estafas y timos se han multiplicado. Los tres atestados tramitados en 2009 se han convertido en 17 en 2010 y el capítulo denominado "otras estafas" ha pasado de contener cinco engaños hace dos años a 11 el año pasado.
Los robos con fuerza evolucionaron, globalmente, de 1.863 a 1.910 denuncias. Atajar los robos cometidos en el interior de vehículos, 1.092 en 2010, exactamente la misma cifra que en el año precedente, sigue siendo una de las grandes preocupaciones del cuerpo. También se presta especial atención a los atracos a viviendas, que han aumentado de 55 a 79 casos. Incluso la comisión de asaltos a domicilios en grado de tentativa se ha incrementado, al pasar de 36 a 56 atestados.
Los robos con violencia sin heridos se cifraron en 148, mientras que los que acarrearon lesiones leves ascendieron a 28 y los que provocaron daños graves sumaron 11 casos. No se registró asalto alguno a punta de arma de fuego, aunque sí una decena de ellos en los que se recurrió al empleo de armas blancas.