cádiz. La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a María José Campanario, esposa del torero Jesulín de Ubrique, y a su madre, Remedios Torres, a un año y once meses de cárcel a cada una por diversos delitos relacionados con la operación Karlos por una presunta estafa a la seguridad social.
Según la sentencia, María José Campanario ha sido condenada a una pena de un año y siete meses de prisión por un delito de falsedad en documento oficial, más cuatro meses de prisión por un delito de estafa en grado de tentativa lo que suma un año y 11 meses de cárcel, además de una multa de 1.800 euros.
En el caso de su madre, Remedios Torres, el juez la condena a un año y siete meses de prisión por cooperar en un delito de falsedad en documento oficial, más cuatro meses por estafa en grado de tentativa, lo que suma un año y 11 meses de cárcel, más una multa de 720 euros.
Según fuentes judiciales, ambas podrán eludir la cárcel al no tener ninguna antecedentes penales, aunque en el caso de que en el periodo de dos años alguna de las dos volviese a cometer un delito, tendría que cumplir la nueva condena más la de esta sentencia.
El juez considera probada la trama por la que el exjefe de la Policía Local de Ubrique, Carlos Carretero, tramitaba pensiones de invalidez de forma fraudulenta con la ayuda del inspector médico Francisco Casto Lara y de la que se habían beneficiado más de 20 personas.
Para Carretero, principal cabecilla, el juez decreta cuatro años de prisión como cooperador necesario de un delito continuado de falsedad en documento oficial y una multa de 3.000 euros. El inspector médico, Francisco Casto Pérez-Lara ha recibido la condena mayor, a 9 años y 6 meses de prisión y una multa de 9.000 euros, por un delito continuado de falsedad en documento oficial y un delito de actividades prohibidas a funcionario público, en concurso medial con un delito continuado de estafa del que es cooperador necesario, sin que concurra circunstancia alguna modificativa de la responsabilidad criminal.
El juez también considera probada la actuación de José Luis López Fernández, El Turronero como intermediario entre los posibles clientes y Carlos Carretero, como lo hizo con Campanario y su madre. Por su actuación, ha sido condenado a dos años de prisión por un delito continuado de estafa y una multa de 4.860 euros.