Llodio. Hace once años los termómetros alcanzaron los 36 grados y ayer casi volvieron a reventar. Hablamos de la fiesta de las ikastolas alavesas que acogió ayer, en su XXXI edición, y por cuarta vez, el municipio ayalés de Laudio, de la mano de su ikastola que cumplía su cuarenta aniversario.

No sabemos si por la coincidencia de la efeméride, por la buena climatología o por la llamada a la participación de los euskaldunes de todos los herrialdes vascos -a través de un itinerario con cuatro zonas dedicadas a todos los dialectos del euskera-, pero el caso es que fueron miles las personas quienes secundaron esta cita con la lengua vasca, hasta el punto de que "ha sido el Araba Euskaraz más participativo de los últimos años, sin lugar a dudas, y el medio de transporte más utilizado, el tren, que ha hecho que la gente, no sólo del entorno de Llodio y su comarca, sino también del Gran Bilbao, se involucre de forma masiva con nuestra fiesta", aseguró ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Ángel Olalde, coordinador de los más de 600 voluntarios que movilizó Laudio Ikastola para que todos los actos del programa salieran a pedir de boca.

Como autocrítica, la organización reconoció "un fallo de previsión" a la hora de buscar los sitios más idóneos para la venta de tickets. Algo que trajo consigo que "los hayamos tenido que desplazar en varias ocasiones", explicó Olalde. Lo que nadie puede negar es el éxito de este Araba Euskaraz, patente en que "han funcionado bien hasta los puestos de bocadillos, que suele ser raro".

Ambiente joven Debido a las altas temperaturas registradas parecía lógico pensar que la bebida más demandada iba a ser el agua. Sin embargo, los cientos de jóvenes que invadieron el área de Ellakuri -la más alejada del centro urbano y la que acogió los conciertos de las formaciones The Fucking Birds, Apurtu Arte, Txapelpunk, Ze esatek y Governors- no se dejaron amedrentar por Lorenzo y lo que más consumieron fue "kalimotxo, cerveza y botellas y más botellas de sidra", aseguró Oihane García, una de las muchas antiguas alumnas de Laudio Ikastola que se prestó a ayudar haciendo un turno de txosna que, en principio, "iba a ser de nueve de la mañana a dos, pero como hay mucha gente aquí sigo, eta pozik", reconoció pasadas las tres de la tarde.

Las otras tres zonas -parque Lamuza, Herriko Plaza y Ugarte- tampoco se quedaron atrás en eso de atraer personal de forma masiva, aunque en un ambiente mucho más familiar. A los pies del Ayuntamiento se encontraba el hinchable de DNA que hizo las delicias de los más txikis, mientras en las cercanías los voluntarios de Aiaraldea.com montaron una auténtica redacción multimedia desde la que dar buena cuenta de todo lo que acontecía en la segunda localidad alavesa como lo merecía la jornada y como solo ellos lo saben hacer: en euskera.

Las cercanas zonas verdes del parque de Lamuza fueron, sin duda, el área preferida para las familias. No en vano, fue uno de los pocos rincones que ofrecía un refugio fresco ante el cruel ataque de los rayos del sol. "Ibamos a subir a Ellakuri a ver a Txapelpunk con los niños, pero nos hemos dado la vuelta en Ugarte. El calor es sofocante, se está mejor en el parque", explicaba una joven pareja de la vecina localidad de Orduña.

Y es que, ciertamente, el parque Lamuza ofrecía de todo y para todas las edades, con el aliciente de las sombras, desde hinchables, globo aerostático, tómbola y productos con label, sin olvidar los talleres de globoflexia, ludoteca infantil, diskofesta y las actuaciones de The Sparteens, la Coral Santa Lucía, Maldan Behera, Nahixan o el recital conjunto que ofrecieron, en su pérgola, la banda de música local, las corales Andere, Orduña y Orozko, los gaiteros locales y Fitafik.

A estas se añadió la final del campeonato de pelota a mano entre pueblos de Álava (se impuso Amurrio a Agurain, por dos a uno) que acogió el frontón, enclavado en un palacio de 1890 y que es uno de los mejores frontones de piedra de sillería del País Vasco. En este recinto nos encontramos con la nueva alcaldesa de Amurrio, la euskaltzale Josune Irabien, y al cantante de Sutagar, Aitor Gorosabel, acompañado de su familia y amigos, por citar alguna de las muchas caras conocidas que se acercaron ayer hasta Llodio.

labastida toma el testigo Por su parte, el recinto de Ugarte fue la sede del club Irrien Lagunak y, desde las 10.00 horas, albergó juegos de deporte adaptado, encierro y txupinazo, la actuación de los payasos Hipo eta Tomas, recital de juegos y música, juegos familiares, y deporte rural con caballos y bueyes.

A lo largo de toda la jornada el recorrido se inundó de la música de txistularis, albokaris, trikitilaris, zanpantzarrak, dulzaineros, percusionistas y txarangas, aunque tampoco faltaron artesanos, exhibiciones de aizkolaris, trontzalaris y harrijasotzailes, danzas vascas, espectáculos y deporte rural para niños, comida popular, bertsolaris, gigantes y cabezudos, títeres con Galtzagorri y romerías con Sokaide e Izargi.

En definitiva, una jornada pensada para vivir por y para el euskera, cuya recaudación se invertirá en remodelar Laudio Ikastola, concretamente la escuela infantil, así como en instalar un ascensor en el edificio principal para atender un aula a la que asisten alumnos con necesidades especiales, de cara a poder seguir educando a las próximas generaciones en euskera, esperemos que sin tanto sudor como el que se derrochó ayer en Llodio. Ahora el testigo de la organización del Araba Euskaraz está en manos de la ikastola de Labastida.