VIENA. En un comunicado publicado con motivo de la apertura hoy en Viena de una gran conferencia internacional sobre seguridad nuclear, Greenpeace insta al cierre de "todas las plantas atómicas construidas en regiones sísmicas" en el mundo.

Mediante esta reunión, convocada por el OIEA tras el grave accidente en la central atómica japonesa de Fukushima, el organismo intenta "garantizar la propagación mundial de la energía nuclear", afirma en la nota Christoph von Lieven, experto en energía de Greenpeace.

El ecologista critica duramente al órgano de la ONU especializado en la tecnología nuclear por no sacar a la luz de forma oficial todos los datos referentes a la emergencia en Fukushima, "después de meses de encubrimiento".

Dichos datos, añade, sólo permiten una conclusión, y es que "no existen plantas atómicas seguras".

Destaca, entre otros, que ya está probado que ya el terremoto del pasado 11 de marzo causó daños irreparables en los reactores de Fukushima, y que no fue sólo el posterior tsunami la razón del accidente, como se ha afirmado durante meses.

"Esta conclusión debería llevar a apagar de forma inmediata todas las plantas nucleares en regiones sísmicas activas", subrayó Von Lieven, quien además recordó que la central averiada continúa funcionando, sin divisarse el fin, y que sigue emitiendo radiactividad al entorno.

En la apertura de la conferencia en Viena, el director general del OIEA, Yukiya Amano, propuso una batería de medidas para mejorar la seguridad en todas las centrales atómicas del planeta, en particular fortalecer los estándares de seguridad ante peligros naturales como terremotos y maremotos.