Berlín. Mientras continúan las investigaciones para determinar el foco del brote de E. coli que se ha cobrado ya 21 vidas en Alemania y una en Suecia, aumentan las críticas contra las autoridades germanas por su gestión de la crisis.

El Ministerio de Defensa del Consumidor de Baja Sajonia (norte de Alemania), que apuntó el domingo a semillas germinadas de una granja de cultivo biológico de ese estado federado como foco de infección, anunció ayer en un comunicado que las primeras 23 muestras analizadas para detectar la presencia de la bacteria dieron negativo. Los expertos analizan 40 muestras de brotes vegetales procedentes de la granja de cultivo biológico.

El ministerio regional advirtió, sin embargo, de que no se espera que la investigación, que se realiza junto con el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos en Berlín, arroje resultados a corto plazo.

Por otra parte, está previsto que hoy se conozcan los resultados de los análisis efectuados a un paquete de 100 gramos con una mezcla de semillas germinadas procedente de la granja afectada y que un paciente de Hamburgo contagiado con la bacteria conservaba en su nevera.

Mientras tanto, a las autoridades germanas les siguen lloviendo las criticas por su gestión de la crisis sanitaria. La copresidenta de Los Verdes alemanes, Claudia Roth, denunció ayer que el Gobierno federal ha ignorado durante demasiado tiempo la dimensión del problema y opinó que "se está dejando en la estacada a los consumidores".

Dijo que echa en falta un centro de crisis unificado y criticó la ausencia de un número de teléfono de atención al ciudadano. En esta línea se situaron ayer los planteamientos de la Unión Europea, ya que aboga por reformar el sistema de alerta rápida para alimentos peligrosos a fin de evitar nuevas alarmas prematuras y sin suficiente base científica, mientras se prepara para compensar al sector agrario por las pérdidas sufridas.

En el Consejo de Sanidad celebrado ayer en Luxemburgo, los estados miembros analizaron la gestión de la crisis sanitaria originada por el brote en Alemania y un grupo de países, encabezado por España, pidió medidas concretas para evitar que se repita una situación como la causada por la "falsa alarma" sobre los pepinos.

La propuesta de España para introducir mejoras en el sistema tuvo el respaldo de miembros como Francia, Italia o Polonia, mientras que la CE destacó la necesidad de "ajustes". La ministra española, Leire Pajín, expresó su "profundo malestar" por la gestión de la crisis realizada por Alemania a la secretaria de Estado germana de Sanidad, Annett Widmann-Mauz.