vitoria. El parque eólico de Jesuri, en los términos municipales de Orozko (Bizkaia) y Llodio, ha recibido las bendiciones del Gobierno Vasco para su construcción. Y eso a pesar de que todavía está vigente la moratoria para la instalación de estos parques en el territorio histórico. La licencia contempla la instalación de ocho aerogeneradores con una producción de 2,3 megavatios cada uno. La instalación, a efectos de evacuación, se compondrá de dos sectores independientes: Jesuri I (9,2 MW) y Jesuri II (9,2 MW). El plácet se ha concedido a la empresa Guascor, una de las firmas punteras en el tejido industrial alavés.

La letra pequeña de este parque eólico explica que, al estar dividido en dos sectores de cuatro molinos cada uno, se considera en realidad como dos miniparques. Sin embargo, la realidad, y así lo han denunciado varias plataformas contrarias al proyecto, indica que los molinos que se van a implementar tienen una envergadura que casi dobla en tamaño a los convencionales. Pero, lo que más llama la atención es el procedimiento que está siguiendo el Gobierno Vasco para sacar adelante su modelo energético a espaldas del planteamiento parlamentario.

De hecho, ante el parón del PTS Eólico (Plan Sectorial) y la encomienda parlamentaria para que se elaborara uno nuevo consensuado con todos los territorios, Lakua decidió impulsar una suerte de pacto eólico, que fue apoyado por la Asociación de municipios vascos (Eudel) y por las diputaciones forales de Gipuzkoa y Bizkaia. No así por la de Álava, ya que la citada entente no respetaba las zonas de especial protección por su riqueza ecológica y medioambiental. Se trataba de un pacto para arrancar con los miniparques, aunque la gran mayoría de ellos se encuentran en suelo alavés. De esta manera se comenzó con las instalaciones que menos conflictividad podrían ocasionar, como las de Baños de Ebro y Villabuena de Álava. Tras ellas se entró con el de Ganekogorta, entre Güeñes, Alonsotegi, Arrigorriaga, Arrankudiaga, Bilbao (en Bizkaia) y Okondo (en Álava), ya que se tenía el apoyo de la institución provincial vizcaína.

Ahora se contiínúa con otro que también se distribuye en los dos territorios: Orozko y Llodio (Bizkaia y Álava), sólo que en este caso la adjudicataria y el Ejecutivo autonómico han tenido que aceptar algunas condiciones más de las previstas inicialmente.

Y es que los proyectos de Jesuri I y II recibieron numerosas alegaciones. Entre ellas, llegaron quejas y propuestas de modificación al parque de aerogeneradores desde el Ayuntamiento de Orozko, Itxinape Mendiko Taldea, Sociedad de Caza Orein, Asociación Medioambiental Izate, Ayuntamiento de Llodio, Asociación Txirpial, Asociación de Ganaderos de Itxina, Retevisión, Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia, Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia y la Agencia Vasca del Agua. A las alegaciones se sumaron las protestas de nuevos colectivos, como Zanpazu Bizirik, la plataforma ciudadana creada en la comarca de Aiaraldea en defensa de la protección de los recursos naturales de los municipios de la zona. Fueron ellos quienes denunciaron que las torres de los molinos tendrían 126,5 metros de altura. Por su parte, Jesuri eta Ganeko bizirik, en Laudio, también ha censurado los daños que puede acarrear la instalación a 17 hectáreas de paraje natural.

La movilización obligó al Gobierno y a la empresa a introducir una modificación en el proyecto que minimizaba el impacto: el soterramiento completo de la línea de evacuación de energía eléctrica del parque. De esta forma se ha establecido que para las interconexiones eléctricas se realizarán canalizaciones eléctricas subterráneas, conteniendo una línea de Alta Tensión en 36 kV de tensión nominal con una longitud total de 4.371 metros

También habrá otra línea de evacuación subterránea en doble circuito en 36 kV de tensión nominal, entre el centro de seccionamiento del parque eólico y el punto de conexión a la red eléctrica de distribución de Iberdrola, incluyendo conductores de control, de tierra y de potencia en alta tensión con una longitud de 4.067 metros. En total, ocho kilómetros de tendido de alta tensión queda eliminado de la vista, aunque las canalizaciones estarán allí, pero soterradas.