vitoria. La mayoría de los problemas relacionados con la salud mental de la población menor de edad en Álava suelen referirse a trastornos de conducta y de la alimentación, graves problemas de comportamiento, consumos problemáticos de drogas o grandes dificultades de adaptación familiar, social y escolar, especialmente entre los adolescentes. Según los últimos datos facilitados por el Departamento vasco de Sanidad y Consumo, en Álava un total de 1.311 menores son atendidos por estas causas en las unidades ambulatorias y comunitarias específicas en salud mental.

Estos 1.311 menores alaveses, 890 niños y 421 niñas, fueron objeto de 10.243 intervenciones por parte de los profesionales médicos, de las cuales 8.955 fueron consultas y 1.288 "otras intervenciones". En el último año contabilizado por Osakidetza, se añadieron 489 nuevos casos al listado, de los que 302 fueron niños y 187 niñas.

A la hora de preguntarse por el número total de niños y adolescentes que padecen trastornos mentales, el Ararteko establece que aunque se sabe que en la CAV hay 326.000 menores, no resulta fácil responder a la cuestión. Existen algunas estimaciones sobre la proporción de los trastornos de la conducta en la población adolescente, que se suelen situar entre el 6-16% de los varones, y entre el 2-9% de las mujeres. Una fórmula que, aún orientativa, puede ayudar a cuantificar las necesidades.

Las principales quejas ciudadanas surgidas en este ámbito y dirigidas al Ararteko son la atención ambulatoria insuficiente, durante pocos minutos y con una periodicidad mensual, la ausencia de intervenciones integrales que incluyan las necesidades de toda la familia y la escasez de plazas de hospitalización en psiquiatría infantil -en la actualidad, la CAV dispone de 20 camas: 4+2 en Álava; 8 en Bizkaia y 6 en Gipuzkoa- y en recursos como los centros educativo terapéuticos.

Igualmente demandan programas de detección y atención temprana para atajar los problemas antes de llegar a la adolescencia, iniciativas de ayudas intensivas a niños pequeños y a sus familias, campañas informativas y de sensibilización, contratación y especialización del personal especializado en psiquiatría infantil y, sobre todo, que se preste más atención a preocupaciones crecientes tales como la agresividad en adolescentes ingresados y los consumos de sustancias psicoactivas, como el cannabis, y sus consecuencias.

Sistema educativo Paralelamente, se dan demandas dirigidas al sistema educativo y al sistema social, como la necesidad de detección y atención precoz en el sistema educativo, aprovechando que prácticamente todos los niños y niñas están escolarizados desde los 2-3 años, el desarrollo de actividades de prevención en materia de salud, en el ámbito local y escolar, la prestación de apoyo a las familias y la ampliación de los recursos educativos para adolescentes con riesgo de abandono escolar.

Existe la impresión generalizada, aunque difícil de demostrar con datos objetivos, de que los problemas de salud mental entre el colectivo de niños y adolescentes aumentan progresivamente y no obtienen una respuesta adecuada. Sin embargo, la administración asegura que la mayoría de los menores con problemas de salud mental están escolarizados y, por tanto, son atendidos también en los servicios de educación, al menos en algunas de sus necesidades.

En la actualidad, existen 10 plazas para el alumnado de Educación Secundaria en los centros terapéuticos educativos (CTE) de Álava, una unidad de 10 plazas de Educación Primaria y una unidad de 10 plazas de Educación Secundaria en Bizkaia y 8 alumnos, tanto de Educación Primaria como de Educación Secundaria, en Gipuzkoa.

Además, existen otros centros especializados dentro de la red de protección, con lo cual en los últimos años se ha pasado de contar con uno o dos centros de estas características por territorio a disponer de 14 centros -7 en Gipuzkoa- y 197 plazas -además de otras 33 plazas, mediante convenios, en centros de fuera de la CAV-. En Álava existe un centro más cinco plazas fuera, lo que supone el 10% del total de plazas del sistema de protección, Bizkaia cuenta con cuatro centros más otras cinco plazas fuera -el 7,5% de las plazas del sistema- y en Gipuzkoa hay siete centros más 23 plazas externas, lo que supone que, en su caso, una de cuatro plazas cuenta con este carácter especial.