Vitoria. Año tras año, los dantzaris tienen una cita en las campas de Estíbaliz para participar en el Concurso de Aurresku y Baile al Suelto de Álava. Un total de 21 jóvenes tomaron parte ayer en este certamen que, con el tiempo, ha ido haciéndose un hueco en la agenda hasta el punto de convertirse en uno de los certámenes de danza más importantes de Euskal Herria.

El evento se celebró en el interior de la hospedería y dejó una gran sorpresa. Por primera vez, una mujer, Haizea Ormaetxea, se hizo con la txapela por su ejecución del aurresku. Los pasos, el ritmo y la presencia fueron las cualidades principales que valoró el jurado a la hora de elaborar su veredicto. Por su parte, el premio al mejor baile al suelto, consistente en un arin-arin y un fandango, fue a parar a la pareja guipuzcoana formada por Jon Ibarguren e Idoia Besada.

Fueron centenares las personas que se acercaron a seguir de cerca el concurso, que este año reunió a menos participantes que en ediciones anteriores, si bien las actuaciones destacaron por su alto nivel, según informaron desde la organización. "Nos han faltado aurreskularis alaveses, ya que sólo se ha presentado uno del territorio, pero en general ha ido muy bien", explicaba Eder Ruiz de Loizaga, coordinador de Arabako Dantzarien Biltzarra, que organizaba el evento. El jurado tuvo también en cuenta las ropas mostradas por los participantes. Así, la pareja formada por los alaveses Andoni Larrañaga y Edurne Gómez fue la mejor ataviada.