nantes. Los agentes que investigan la misteriosa desaparición de una familia desde hace más de dos semanas de su casa en la localidad francesa de Nantes, hicieron ayer un macabro descubrimiento que refuerza la hipótesis criminal. Ayer, durante el registro de la vivienda, la policía encontró en el jardín restos de un cuerpo amputado y una pierna. Después del hallazgo de una pierna en la terraza de la casa familiar, los investigadores descubrieron el resto del cuerpo, pero no indicaron la identidad del cadáver ni si se trata de uno de los integrantes de la familia, formada por un hombre de 50 años, su esposa de 49, y cuatro hijos de 13, 16, 18 y 21 años de edad. Una fuente cercana a las investigaciones señaló que la familia nunca había dado que hablar antes de su inexplicada desaparición el pasado 4 de abril. Tras el hallazgo de ayer "las investigaciones por desaparición inquietante giran hacia secuestro y asesinato", indicó a la prensa el fiscal de Nantes.
La policía no encontró ningún rastro de lucha o violencia en el domicilio familiar, donde todos los armarios estaban vacíos, según el fiscal. En cuanto a los restos humanos encontrados, la pierna fue hallada en el jardín durante un minucioso registro fuera y dentro de la vivienda, según fuentes cercanas a las investigaciones.
Tampoco se encontraron pistas de la desaparición de los miembros de la familia en estaciones ferroviarias, de autobuses o aeropuertos ni hubo movimientos bancarios, según esas fuentes. Pero antes de desaparecer, los padres habían dejado mensajes "delirantes y contradictorios" explicando, por ejemplo, que los niños no irían a la escuela porque emigraban a Australia, indicó el fiscal. En varias ocasiones "el señor explicó que era agente secreto que viajaba en el marco de un programa de testigos protegidos", dijo el magistrado.
Según fuentes próximas a las investigaciones, el hombre vendía espacios publicitarios y la madre enseñaba catecismo y era celadora en una escuela. Los vecinos dijeron a la prensa que era una familia común sin ninguna historia en particular, aunque un pequeño letrero en el buzón de la vivienda dice: "devolver el correo al remitente. Gracias".