Barcelona. José María L.S., el hombre, de 65 años, que el artes incendió la Sagrada Familia entró en la cripta visiblemente alterado y señalando los elementos ornamentales del templo, al grito de "todo esto es robado", según informaron colaboradores de la parroquia que presenciaron la escena.
A raíz de este incidente, el patronato que gestiona el templo, tomado ayer de nuevo por los turistas, ha encargado a los Mossos d'Esquadra la revisión del plan de seguridad del edificio para evitar incidentes el del martes en la cripta, que ha obligado a la parroquia a improvisar otro espacio para oficiar las misas.
El monumento más visitado de Cataluña recuperó ayer su estampa habitual, con autocares aparcados en los alrededores y la sempiterna cola de turistas que rodean la manzana, tras el susto por el incendio que un perturbado provocó en la sacristía del templo y que obligó a desalojar a unas 1.500 personas. Debido al incendio, el presidente de la Junta del Patronato, Joan Rigol, anunció que ha solicitado a la policía catalana un estudio sobre los riesgos a los que está expuesto el templo y las medidas de vigilancia que serían necesarias para garantizar al máximo su seguridad.
Una vez la policía catalana entregue a la Junta sus informes sobre los puntos débiles del templo de Gaudí, Rigol aseguró que dentro de unas dos o tres semanas convocará a los vocales de la Fundación que gestiona la Sagrada Familia para que aprueben las nuevas medidas propuestas.
Rigol admitió que garantizar al 100% la seguridad en la Sagrada Familia "es algo imposible", teniendo en cuenta los 12.000 visitantes que recibe a diario, pero cree que incidentes como el de ayer hacen recomendable mejorar los sistemas de vigilancia y prevención.
El propósito de la presidencia del Patronato es reforzar la seguridad de la Sagrada Familia para evitar que pueda repetirse el incidente, especialmente en la cripta de la basílica, patrimonio de la Humanidad y de acceso libre y gratuito, dado que se trata de la parroquia del barrio. Mientras dure la restauración de la cripta, que quedó ennegrecida por el humo, la parroquia de la Sagrada Familia ha improvisado un nuevo espacio para oficiar sus misas diarias.
Según avanzó el sacerdote de la parroquia de la Sagrada Familia, Lluís Bonet, desde ayer tarde las misas se oficiarán en el deambulatorio del ábside de la basílica, desde el altar donde está el Sagrario.
Mientras tanto, el hombre detenido por prender fuego al templo de Gaudí permanece en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Barcelona a la espera de pasar a disposición judicial, acusado de los delitos de incendio y hurtos, ya que pretendía llevarse objetos de la parroquia.El acusado, José María L.S., de 65 años, nacionalidad española y vecino de Barcelona, accedió a la cripta aprovechando que estaba abierta porque había una señora de la limpieza trabajando en su interior.