MADRID. Para liberar el barco los piratas pedían 10 millones de dólares, pero "cuando iban negociando sobre tres o cuatro millones yo ya no estuve en ninguna conversación más de dinero", ha afirmado Etxebarria en su declaración como testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra los dos presuntos piratas apresados el día del secuestro, "Abdu Willy" y "Raageggesey Hassan Haji", para los que el fiscal pide 220 años de cárcel.

El armador ha explicado que un hombre que se hacía llamar 'Pepe' y que se identificó como "de los misteriosos" fue la persona que dirigió las negociaciones con los piratas para liberar al "Alakrana" y ha relatado que siempre fue "intransigente" respecto a los dos detenidos diciéndoles que ese tema estaba en manos de la Justicia española y no había nada que hacer.

Al principio, "dejar una negociación de tal calibre en manos de 'Pepe el misterioso' me parecía un poco de cómic", ha admitido Etxebarria, aunque "luego, después de varias llamadas, te dabas cuenta de que sabía lo que tenía entre manos. Hablaba inglés, tenía claras sus pautas, mucho rigor y mano izquierda a la hora de plantarse y contestar".

"Yo creo que lo hizo muy bien porque eran bastante informales y logró que hubiera unas pautas de rutina", como establecer una hora de llamada a los familiares.

El armador, que cuando se produjo el secuestro estaba de vacaciones en el Kilimanjaro, ha explicado que 'Pepe' acudía todas las mañanas a la embajada de España en Kenia y en una sala llamaba a los piratas y si quería hablar otra vez se quedaba en la sede de la legación española hasta la hora que se había pactado la siguiente llamada.

Al ser preguntado si el embajador sabía quién era 'Pepe', el armador ha contestado que entendía que sí porque, si no, no hubiera tenido abiertas las puertas de la embajada.

Sobre el contenido de las negociaciones ha precisado que como el interlocutor de los piratas, Jama, que pedía como canje a los dos detenidos y diez millones de dólares, "estaba completamente drogado todo el rato", pasaba unos días sin hablar de los detenidos y otros no paraba de preguntar por ellos.

Mientras tanto, "yo hablaba (con el patrón del buque, Ricardo) Blach por si había maltrato" y "cuando se empezaba a hablar de dinero yo me iba de la sala", ha insistido Etxebarria, quien ha asegurado que no le consta sin embargo el pago de un rescate.

Finalmente, "me enteré de la liberación porque me llamaron desde el barco y me dijeron: estamos libres", 47 días después del secuestro.