vitoria. Los padres de dos chicas menores de edad y residentes en la zona de El Prado están desesperados. Aseguran que desde el mes de febrero sus hijas se han convertido en el blanco constante de las agresiones protagonizadas por un grupo de seis adolescentes, varios de ellos, usuarios del centro de acogida y urgencias para adolescentes Ibaia. Han denunciado lo ocurrido en repetidas ocasiones ante la Policía Municipal y también ante la Fiscalía de Menores, institución ésta que ayer confirmó que las denuncias se hallan en fase de instrucción y que en breve se tomará declaración a los implicados en los hechos. Los atestados elaborados por la Guardia Urbana hablan de que las dos chicas han recibido patadas, puñetazos y golpes en reiteradas ocasiones, por lo que sus familias han decidido acompañarlas personalmente cada vez que entran y salen de casa para evitar que se reproduzcan los episodios de violencia.

Los problemas dieron comienzo en el mes de febrero, tal y como consta en una de las denuncias remitidas a la Fiscalía. El documento relata que una de las dos chicas se encontraba en las proximidades de su domicilio acompañada de su amiga, cuando un grupo de adolescentes se les acercó y "le dijeron entre otras cosas que si les facilitaba la llave del camarote de ésta con la intención de subir al mismo a fumar porros". La menor se negó, lo cual marcó, según los demandantes, el inicio de un intenso "acoso". "Le esperan a la entrada y salida del colegio", aseveran.

El primer ataque físico se consumó el pasado uno de marzo, alrededor de las 15.00 horas. Las dos menores se dirigían a clase cuando al llegar a la altura del edificio de la Cruz Roja, en la calle Portal de Castilla, sus atacantes se abalanzaron sobre ellas, les agredieron propinándoles patadas y trataron de arrebatarles los teléfonos móviles. Dos empleadas de la limpieza de la Cruz Roja acudieron a socorrerles, lo que provocó que los agresores huyeran. Al día siguiente, tal y como figura en las denuncias, una de las jóvenes identificada por las víctimas como usuaria del centro Ibaia, se dirigió a una de las chicas a la salida del colegio, le insultó, le agarró del pelo y le arrancó los pendientes.

Nueva paliza Una semana después, las menores se encaminaban juntas hacia el colegio por la calle Felicia Olave cuando un grupo de chicos y chicas de entre catorce y diecisiete años que se encontraban sentados en el interior de una zona residencial les llamaron a voces. Inmediatamente reconocieron entre los adolescentes a una de sus agresoras, la cual se les encaró y, de acuerdo con el relato de las denuncias, les dijo en tono agresivo y desafiente "vosotras qué hacéis denunciando". Acto seguido, otra de las jóvenes agarró por el cuello a la segunda menor, lo que marcó el inicio de una paliza que, nuevamente, fue oficialmente comunicada a la Policía Local de Vitoria. Al día siguiente, cuando el padre de una de las agredidas acompañaba a ésta, frente al número 16 del Paseo de Cervantes ambos se cruzaron con una de las denunciadas, que paseaba junto a dos chicos de unos dicisiete años. Al llegar a su altura, uno de ellos les dijo: "me cago en vuestra puta madre, que le estáis jodiendo la vida", en alusión a la denunciada.

Finalmente, el lunes 21 de marzo se produjo el último encontronazo que derivó en denuncia. Las menores regresaban a sus casas acompañadas por la madre de una de ellas. Después de dejar a la primera en casa, vieron que salía a toda prisa "gritando que los chicos que se encontraban con las menores que le habían pegado se encontraban dentro del portal". Las dos menores y la mujer se dirigieron a la calle Etxezarra, donde se toparon de nuevo con el grupo de jóvenes. Afortunadamente, una patrulla de la Policía Local se encontraba en la zona y al oir sus gritos acudieron en su ayuda.