Las autoridades tratan de retomar el control de Fukushima: tres de sus reactores sufren graves daños. Nuevas explosiones obligan a evacuar la central y dejarla a su suerte. A 70 kilómetros, la radiación era ya mil veces superior a la habitual. Dada la gravedad de la situación, el emperador Akihito emite un mensaje de tranquilidad por televisión, el primero en 22 años de reinado. Los reactores 3 (en la foto, izquierda) y 4 de la central de Fukushima, después de las explosiones. Foto: efe
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