La ciudad de Yamada, en escombros (arriba), un par de días después del tsunami, da cuenta de las verdaderas dimensiones del desastre. Las réplicas del seísmo son constantes. Tokio se paraliza. Las autoridades niponas reconocen que es la peor crisis por la que pasa Japón desde la Segunda Guerra Mundial. Continúan los problemas en Fukushima, que acaba expulsando vapor radiactivo de manera controlada. Un total de 210.000 personas de los alrededores han sido evacuadas. Foto: afp
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