vitoria. Para ilustrar con todo detalle el tipo de operativo que el Gobierno Vasco ha aprobado gravar, el presidente de la Sociedad Espeleológica Burnia, José Gambino, alude a un caso real de rescate ocurrido a finales de 2010 y que "ha sido aprovechado por la Administración para hacer propaganda del equipo de rescate de la Ertzaintza y para justificar el elevado coste de los rescates".
La operación, "sencilla espeleológicamente hablando", duró nueve horas "frente a las 30 que suelen tardar de media". En la cavidad intervinieron 27 personas, de las cuales ocho se encontraban en la cueva en el momento del accidente y participaron activamente en el rescate, seis espeleólogos voluntarios pertenecientes al espeleosocorro vasco y otros cuatro miembros de este mismo operativo movilizados independientemente, cinco espeleólogos ajenos y voluntarios, tres ertzainas y un médico. A estos efectivos, se sumaron otras 20 o 30 personas que colaboraron o estuvieron de reserva en el exterior "de los cuales el reparto de procedencia es similar al del interior". También participaron miembros de DYA y Cruz Roja cuyas actuaciones están sometidas a convenio y subvencionadas.
"¿Cuáles son los gastos directos de este rescate -cuestiona Gambino-? Cruz Roja, DYA y Ertzaintza son medios disponibles de todos modos y para otras muchas actividades, y lo único específico para espeleología, el espeleosocorro vasco, no pasa factura por su intervención. Ni siquiera los implicados cobran un sueldo por ello, sólo algo de comida y café. ¿Es esto salir caro? Creo que sólo con la propaganda obtenida por la efectividad de la Ertzaintza ya pueden dar por amortizado cualquier gasto que hayan tenido", concluye el espeleólogo.