El ser humano, en más ocasiones de las necesarias, se comporta como el menos humano de los seres. No hace falta más que echar un vistazo a las calles de los pueblos y ciudades para darse cuenta de que la insolidaridad es una de las marcas que identifican a muchos individuos que, por aquello de sus genes o su nefasta formación intelectual, prefieren encontrar sitio, aunque sea en una zona reservada para personas con movilidad reducida, para dejar su vehículo sin importarles dejar sin el mismo a un discapacitado que lo necesita como agua de mayo para poder desplazarse con suficiencia. Precisamente, para intentar atajar situaciones como la descrita, que las hay a diario, la asociación Eginaren Eginez ha puesto en marcha una campaña de sensibilización que amenaza con sobresaltar a más de uno ante lo pintoresco de la iniciativa.

En un formato de esos que ponen los pelos de multa, la citada organización para la promoción y desarrollo vital de las personas discapacitadas ha puesto en marcha una propuesta que parte bajo el nombre Ponte en mi lugar-Jarri nire Lekuan. La idea es sencilla y creativa. A través de papeletas que emulan al detalle las multas de tráfico que los agentes de la autoridad acostumbran a dejar bajo el parabrisas, Eginaren Eginez tratará de informar a los presuntos insolidarios -aquellos que dejan sus vehículos en las plazas reservadas para las personas con movilidad reducida o aquellos que aún tienen en su poder y utilizan tarjetas especiales de estacionamiento para discapacitados falsificadas- de su acción.

La papeleta en cuestión, del mismo color que las recetas de la Guardia Urbana, explican en el espacio en el que el policía acostumbra a detallar la infracción un texto que retrata al destinatario. "Has aparcado en una plaza que no está destinada a ti. Esto no es una multa pero esperamos que la próxima vez te lo pienses mejor. Ponte en mi lugar", indica el simulacro de denuncia de tráfico.

Ésta está a disposición de los socios de Eginaren Eginez en la sede de la asociación, donde se puede recoger para ponerlas allá donde se encuentre un brote de insolaridad.

Stop a la falsificación Esta iniciativa se suma a la que está en marcha en el ámbito institucional. No en vano, el Ayuntamiento de Vitoria ha iniciado el cambio de las actuales tarjetas de estacionamiento para personas discapacitadas por un nuevo formato más seguro. Los renovados carnets devienen del consenso logrado con diferentes agentes sociales e instituciones regionales y europeas y tratarán de poner fin a la picaresca uso indebido del documento por parte de personas que no eran titulares y al tráfico ilícito de las falsificaciones de este tipo de documentación, muy fáciles de conseguir dadas sus características.