madrid. Activistas de Greenpeace depositaron ayer 4.000 kilos de residuos frente al Ministerio de Medio Ambiente para exigir que se cambie el Proyecto de Ley de residuos y suelos contaminados, enviado el pasado viernes por el Consejo de Ministros al Parlamento para su tramitación. Bajo pancartas con los lemas Esta Ley quema el futuro e Incineración no, Greenpeace ha querido denunciar los intereses y las presiones ejercidas para rebajar la ley por las comunidades autónomas y las empresas dedicadas a la incineración.
El responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, Julio Barea, dijo que la basura que se recoge en Madrid está mezclada, y basándose en datos del Ministerio ha añadido que no se está cumpliendo lo que marca Bruselas. Barea ha asegurado que los 4.000 kilogramos de residuos equivalen a los que producen unas 3.000 personas en un solo día.