La última misión del transbordador espacial Discovery llegó ayer a su fin. Sus seis tripulantes abandonaron la nave después de cumplir con la misión número 39 del transbordador. El Discovery aterrizó ayer en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida poniendo punto y final a la misión STS-133, la última de su historia. El Discovery, con sus seis tripulantes a bordo, tocó tierra a las 16.57 GMT tal y como estaba previsto, en un soleado día que marcó el principio del fin de la era de los transbordadores espaciales.

"Gran trabajo y gran aterrizaje" dijo el centro de control de Houston al comandante de la expedición Steve Lindsey, que agradeció el apoyo del equipo en tierra y a la NASA "que nos ha dado este gran vehículo que concluye su última misión".

A bordo volvieron el comandante de la misión, Steve Lindsey; el piloto Eric Boe y los especialistas Alvin Drew, Steve Bowen, Michael Barratt y Nicole Stott. Los astronautas tendrán que pasar ahora un reconocimiento médico y está previsto que el director de la NASA Charles Bolden ofrezca una rueda de prensa a las 18.00 GMT aproximadamente.

El Discovery partió el 24 de febrero para llevar a la Estación Espacial Internacional (EEI) piezas de repuesto, el Módulo Permanente Multiuso Leonardo y una plataforma externa para almacenar carga.

En sus bodegas llevó un tripulante extra: el androide Robonaut 2, R2, el primer robot de la historia espacial, y que se quedó con la tripulación permanente de la estación. R2 permanecerá como un tripulante más de la Estación Espacial, donde los ingenieros podrán probar sus habilidades y estudiar si más adelante podrá salir al exterior para ayudar en las labores de mantenimiento o en otros trabajos científicos relacionados con la estación.

Esta última misión del Discovery incluyó dos salidas extravehiculares en la que los astronautas Bowen y Drew realizaron trabajos de mantenimiento e instalaron nuevos componentes como una cámara del sistema robótico canadiense Dextre. El Discovery es el tercer transbordador espacial que se sumó a la flota de cinco orbitadores que la NASA ha empleado durante 30 años para sus misiones tripuladas.

Su construcción comenzó el 27 de agosto de 1979 y cuatro años más tarde fue presentado en sociedad en la planta de ensamblaje de Palmdale (California), antes de su primer viaje al espacio, que comenzó el 30 de agosto de 1984.

El último ha sido su viaje 39 y en total, a lo largo de su carrera, ha pasado 365 días en órbita y ha recogido más de 238 millones de kilómetros. La vuelta del Discovery marcará el principio del fin de la era de los transbordadores que serán retirados por la NASA en el año 2011.

El programa de los transbordadores inició su andadura en el año 1981 con el lanzamiento del Columbia al que le siguieron el Challenger (1982), el Discovery (1983), más tarde el Atlantis (1985) y el Endeavour (1991).

Dos de ellos, el Challenger y el Columbia, sufrieron sendos accidentes que escribieron dos de las páginas negras de la historia de la NASA. El primero explotó en enero del año 1986 poco después de despegar y el Columbia se desintegró en febrero de 2003 cuando reingresaba a la atmósfera después de una exitosa misión. En ambos accidentes fallecieron los siete tripulantes.

La NASA tiene previsto dos viajes más al complejo espacial antes de concluir, después de treinta años de servicio, su programa de transbordadores.

El Endeavour partirá el 19 de abril con el Espectrómetro Magnético Alpha (AMS), que tendrá un coste de 2.000 millones de dólares, y el Atlantis el 28 de junio.

El Museo Nacional del Aire y el Espacio ha estado negociando con la NASA para que el Discovery y otros objetos del programa de transbordadores espaciales sean expuestos en sus instalaciones, aunque la agencia espacial no ha anunciado su decisión.