Vitoria. Quince alaveses que sospechan haber sido víctimas de un presunto caso de robo de bebés durante los años 60 y 70 han enviado ya sus muestras de ADN al banco genético del laboratorio madrileño que colabora con Anadir, el colectivo de afectados por supuestas adopciones irregulares.
Según destaca la gerente de este centro de análisis (Genómica), Amaya Gorostiza, la mayoría de las personas que hasta la fecha así lo han hecho son madres que quieren aclarar si era verdad o no la explicación que le dieron los profesionales que asistieron a su parto, en principio, fallido. "Tan sólo cinco de estos perfiles los han presentado hijos que sospechan que su adopción pudo hacerse de forma irregular", detalla.
Para obtener estas evidencias científicas, los interesados han tenido que acudir a la delegación que el laboratorio de Gorostiza tiene en Bilbao. "Con un bastoncillo de algodón que hemos introducido en la parte interior de sus mejillas hemos sacado un poco de saliva. Es un método más fácil que los análisis de sangre", agrega la responsable. De la capital vizcaína se remitieron a Madrid, donde pasaron a un banco de datos con los cerca de 120 afectados del Estado que allí han dejado su huella genética.
El siguiente paso sería el de comparar si los marcadores coinciden con los de los restos de las criaturas enterradas. Algo que en este territorio de momento no se ha realizado, puesto que falta por saber qué pasó con la fosa común de los inhumados en el cementerio de Santa Isabel.
En el caso de que se pudiese analizar el pelo de los recién nacidos, el proceso total se resolvería en un plazo de 10-15 días y sus resultados tendrían validez judicial.
No obstante, cabe recordar que el equipo de Gorostiza también realizará estos análisis -que cuestan 106 euros a los socios de Anadir- en la reunión que hará en breve en la capital alavesa, por lo que los afectados se pueden ahorrar el desplazamiento a la capital vizcaína.
En total, cerca de 40 víctimas que sospechan de un posible tráfico de bebés en este territorio ya han dado a conocer detalles de los alumbramientos sospechosos a Anadir. Los nuevos casos desconfían de la antigua Clínica Arana, explica la delegada de la citada asociación en el País Vasco, Flor Díaz Carrasco.
Después del encuentro del pasado viernes con las presuntas víctimas en el centro cívico Aldabe, una gasteiztarra se ha comprometido a ejercer de voluntaria para acompañar a los mayores al Registro Civil, así como para actualizar la base de casos alaveses. "Ahora solicitamos que una farmacia de Vitoria quiera colaborar para que recoja las muestras que se obtengan en la reunión que haremos aquí", solicita Díaz Carrasco.