Vitoria. La bofetada de frío, lluvia y nieve que ha recibido Álava en las últimas horas, ha hecho caer la cota de nieve por debajo de los 700 metros de altura y, en consecuencia, ha obligado a la Diputación alavesa a reactivar la fase de emergencia de su plan invernal de carreteras, tal y como establecen los protocolos de seguridad en estos casos. Ayer permaneció cerrado al tráfico el puerto de Herrera mientras que en los de Opakua, Azaceta y Bernedo fue obligatorio el uso de cadenas. El resto de la red principal se mantuvo completamente abierto a la circulación, aunque se recomendó precaución en todo momento. A lo largo de la jornada, el Ejecutivo foral empleó una veintena de equipos propios para retirar la nieve que, unidos a otros tantos pertenecientes a las cuadrillas y apoyados por 80 personas, posibilitaron que apenas se registraran incidencias.

De acuerdo con los últimos informes meteorológicos, a lo largo de las próximas horas se esperan chubascos débiles o moderados que crecerán en abundancia y frecuencia a medida que se avance hacia la vertiente cantábrica. La cota de nieve se mantendrá en torno a los 600 metros, si bien podría descender de manera ocasional hasta los 500 metros. En el resto de la comunidad autónoma, las precipitaciones serán en forma de lluvia, con carácter moderado durante la primera mitad del día y en el oeste de la franja cantábrica. Las tormentas podrían hacer acto de presencia todavía, acompañadas de granizo, sobre todo durante la mañana. Regresará el riesgo de heladas, pero los termómetros no se moverán demasiado.

Precisamente fueron las tormentas localizadas y puntuales las que más quebraderos de cabeza provocaron a los responsables de las carreteras alavesas después de causar diversas salidas de calzada, sobre todo en la zona de Altube. Por lo que al resto de las incidencias respecta, señalaron que por ahora no se han registrado demasiados problemas de tráfico en el territorio.

De cara a mañana se esperan pocas variaciones, con precipitaciones más débiles. La cota de nieve ascenderá lentamente desde los 600 metros, situándose por la tarde en torno a los 700-800. Además, desaparecerá el riesgo de tormentas y las precipitaciones se limitarán a la mitad norte de la CAV.