vitoria. Los cuatro varones detenidos en Vitoria por la Ertzaintza en los últimos días acusados de pertenecer a una mafia especializada en el robo de pisos en varias localidades españolas han ingresado en prisión. Los presuntos integrantes de esta banda de atracadores, de origen georgiano, fueron enviados el viernes por la tarde a la cárcel por orden del juez, según confirmaron ayer fuentes del Departamento vasco de Interior.
Tres de los acusados, de 28, 33 y 36 años, fueron arrestados el pasado 23 febrero tras el registro de tres viviendas en la capital alavesa, tal y como adelantó en exclusiva DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. El cuarto supuesto integrante de la banda, de 37 años, fue detenido un día más tarde, también en la capital alavesa.
En total, son seis los miembros de este grupo de delincuentes arrestados desde el pasado mes de enero, dentro del operativo desarrollado por la Ertzaintza para desmantelar esta banda especializada en el robo en viviendas en Álava, San Sebastián, Madrid, Pamplona y Miranda de Ebro (Burgos). Según Interior, los atracadores se apropiaban principalmente de dinero, joyas y material electrónico y audiovisual de los pisos que asaltaban.
El operativo del miércoles comenzó a las cinco y media de la madrugada. Entonces, tres grupos de la Ertzaintza actuaron al unísono. Irrumpieron en el mismo segundo en tres domicilios radicados en las calles José Mardones, Orio y Reyes de Navarra de la capital alavesa ocupados por miembros de una banda de atracadores de pisos. Lograron detener a tres integrantes de una banda constituida por destacados expertos en su campo y con adiestramiento militar en su curriculum. En principio, los investigadores de la Policía autonómica les atribuyen una docena de asaltos a viviendas de la capital alavesa. Su botín era siempre el mismo: oro, joyas y dinero en metálico. Elementos tan valiosos como fáciles de transportar para sacarlos inmediatamente fuera del país.
El operativo dispuesto por la Ertzaintza encontró al cuarto arrestado. Sabiéndose buscado por la Policía autonómica, uno de los integrantes de este grupo prefirió presentarse voluntariamente en la comisaría de la Ertzaintza en la calle Portal de Foronda y evitar de esta manera ser constantemente perseguido por los agentes.