vitoria. 35 años han pasado ya desde que cinco obreros refugiados en la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio de Zaramaga, murieran tras ser disparados por la Policía durante una jornada de huelga. Los sucesos del 3 de marzo vuelven a movilizar a trabajadores, víctimas y a la ciudadanía en general, que saldrá a la calle como todos los años tras una pancarta para que lo ocurrido no quede en el olvido.
Los sindicatos ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS, así como la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo, han organizado una manifestación para este día a las 19.30 horas que partirá del propio barrio y culminará en la Plaza de la Virgen Blanca. Previamente se rendirá un homenaje floral a los fallecidos y heridos en el monolito que recuerda uno de los capítulos más negros de la historia de la capital alavesa.
Las centrales convocantes recordaron ayer que 35 años después, "nadie" ha asumido aún ninguna responsabilidad ni política ni policial por los asesinatos de Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo y Bienvenido Pereda. "Toda una generación ha nacido y crecido en este tiempo; una generación que, aun sin haber vivido aquellos días, tiene totalmente claro qué pasó entonces y con qué impunidad viven todavía sus responsables", declaró ayer Belen Arrondo, de STEE-EILAS, que hizo de portavoz de los sindicatos convocantes.
Las centrales quieren aprovechar este nuevo aniversario para que la clase trabajadora "tome conciencia" de que es un momento histórico, en plena crisis económica, por lo que consideran necesario continuar con la lucha, mediante la movilización, como la huelga general celebrada el pasado 27 de enero. "El nuestro es un sindicalismo que planta cara y que no está por la labor de hacer de mamporreros sindicales. Mientras, CCOO y UGT sirven a su amo", afirmaron ayer las centrales.