Vitoria/Madrid. El menor indicio es suficiente para alentar las intenciones del lobby nuclear con Garoña. La indefinición calculada del Gobierno central respecto a una eventual marcha atrás en su decisión de clausurar la central nuclear burgalesa en 2013 ha provocado el rearme de los intereses pronucleares. Estos verían una oportunidad segura de seguir sacando beneficios de la vetusta planta atómica-conocida como la de las mil grietas- ante el requiebro del Ejecutivo socialista ante una hipotética cesión de éste en la concesión de una prórroga en la vida útil de la instalación eléctrica de la discordia a cambio de apoyos en las Cortes. Allí, el PSOE -formación que sustenta en solitario al gabinete Zapatero- está en minoría y precisa del apoyo de otros grupos -partidarios de estirar el funcionamiento de los complejos atómicos del Estado- para sacar adelante sus iniciativas legislativas. Tal circunstancia ha disparado las declaraciones de quienes ya consideran un hecho que la central de Garoña seguirá en marcha más allá de la fecha dictaminada para su cierre definitivo.

En ese sentido, la presidenta del Foro de la Industria Nuclear, María Teresa Domínguez, señaló ayer que "aún viniendo vientos difíciles" para Garoña, estos "ya han pasado" porque su titular -Nuclenor- invirtió 300 millones de euros con vistas a la renovación de la licencia de explotación y que la planta "está preparada" para seguir operando cuando "todos estén de acuerdo".

"El titular no escatimó esfuerzos en decirle al Consejo: lo que sea necesario estamos dispuestos a hacerlo. Ésa es una generosidad que hay que apreciar por parte de los inversores. La central está preparada y eso nos tiene que dar tranquilidad y poner en valor a los titulares de las centrales que operan bajo los criterios de que la seguridad es prioridad", aseguró.

En este contexto, insistió en que los programas nucleares duran unos diez años y que, a su juicio, en España se debería "comenzar" a elaborar un plan nuclear, no para sustituir el parque nuclear actual sino para que todos los elementos estén "organizados" de modo que la propuesta del Foro Nuclear es alcanzar una participación atómica en el mix energético del 30% por ciento, para lo que sería preciso construir tres centrales más.

Por otra parte, el PNV planteó ayer en el Pleno del Congreso de los Diputados una moción con la que pretendía zanjar la polémica abierta estos días acerca del cierre de la central de Garoña y exigir que se extienda el plan de dinamización económica para contrarrestar los efectos de empleo y sociales de esta medida a catorce municipios vascos.

Una semana después de que la Cámara Baja diera luz verde definitiva a la Ley de Economía Sostenible (LES) incluyendo una enmienda impulsada por CiU y PNV y pactada con PSOE, PP y CiU, que abre la puerta a que las centrales nucleares puedan operara más allá de su vida útil de 40 años, los nacionalistas vascos pretenden dejar claro que esta modificación no afectará a la planta de Garoña.