madrid. Investigadores sobre el alzheimer advirtieron ayer de que en los próximos diez años no habrá avances significativos en el tratamiento de esta patología, ante las falsas expectativas que generan en pacientes y familiares los hallazgos que se hacen públicos desde al ámbito científico.

La Fundación Alzheimer España (FAE) reunió a los principales especialistas españoles en esta enfermedad neurodegenerativa para aclarar cuál es la situación real de la investigación. Micheline Selmes, presidenta de la FAE, confesó que "no se espera nada relevante" hasta al menos 2020, a pesar de que "se crean expectativas que luego se traducen en frustración por parte de los pacientes y, sobre todo, por parte de los familiares".

José Antonio López Guerrero, director de Cultura Científica en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, se refirió a los avances conseguidos en el desarrollo de una vacuna para esta dolencia, pero no así en su aplicación a la fase clínica. De hecho, recordó la "polémica" suscitada con una inmunoterapia que tuvo un "gran efecto" en ratones pero que, al pasar a la última fase clínica en humanos, empezó a dar "serios problemas", provocando encefalitis en algunos pacientes.

Sin embargo, se mostró optimista con respecto a la indagación de otra vacuna que trabaja sobre uno de los marcadores más importantes de la enfermedad -las placas amiloides-, que podría utilizarse en seis años, a no ser que, matizó, "se observen problemas en la aplicación clínica".

El investigador aclaró que "no es real" lo que se está asegurando sobre la curación del alzheimer con terapias celulares, que ofertan "empresas farsantes". La investigación básica en este ámbito está "bastante atrasada" porque el alzheimer es una degeneración "deslocalizada".

El problema de esta patología es que todavía no se conoce su origen específico, apostilló Cecilio Álamo, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares, quien comentó que la investigación es "como un puzzle gigantesco con 5.000 piezas, del que ya se han colocado unas 500, pero no se sabe qué imagen definitiva va a salir de ahí".

"Algunas piezas de las que se han colocado, además, son falsas", apuntó el experto, quien recordó que actualmente solo existen fármacos que actúan retrasando las consecuencias de la enfermedad o mejorándolas. Unos actúan sobre el aspecto cognitivo, retrasan la pérdida de memoria, y otros son psicofármacos utilizados en los procesos de ansiedad, vagabundeo, agresividad o depresión.