madrid. Las dificultades para conciliar vida laboral y familiar sitúan a España entre los países con mayor discriminación laboral de las mujeres con hijos, hasta el punto de que el 85% de las españolas que trabaja ha renunciado a tener un hijo más aludiendo motivos laborales.

Ésta es una de las conclusiones de un estudio de la Fundación Acción Familiar, recogidas en el libro Mujer e Igualdad de Trato. Análisis de la maternidad en la Unión Europea, que se presentará hoy en Madrid y que compara datos sobre maternidad y trabajo de España con el resto de países comunitarios.

Según el estudio, que se basa en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y Eurostat, en España, el 51% de las mujeres que está en el mercado laboral no tiene hijos y la mayoría de ellas aduce como principal motivo la dificultad para compatibilizarlo con la vida laboral.

La autora del libro, María Teresa López, explicó que entre las razones de mayor peso que manifiestan las españolas para no tener hijos figuran las jornadas laborales "excesivamente rígidas y muy prolongadas", y la escasa coordinación de las mismas con los horarios escolares.

Además, las mujeres encuestadas aseguraron que "tienen miedo de perder su empleo" ya que, según indicó López, "la noticia del embarazo de una trabajadora suele ser vista como un problema para la empresa".

Respecto a dejar el trabajo cuando llegan los hijos, el estudio refleja que la diferencia entre el porcentaje de hombres y mujeres que abandonan su empleo al convertirse en padres alcanza en España hasta 30 puntos porcentuales.

La tendencia de las mujeres a abandonar el mercado laboral a medida que crece el número de hijos sucede en todos los países de la Unión Europea, pero el estudio revela que es mayor en España.

Así, las tasas de empleo de las mujeres con familia numerosa (tres hijos o más) en España son "muy inferiores" a las de otros países comunitarios.

Los porcentajes El 49% de las mujeres españolas que trabaja no tiene hijos, un 27% tiene un sólo hijo, un 20% dos y sólo un 4% tiene tres o más.

Según López, España se situaría "entre los últimos puestos de la Unión Europea con los niveles más bajos de protección" a la maternidad junto con Portugal y Grecia.

Por contra, "Noruega, Finlandia y Dinamarca dan un apoyo a la maternidad, porque la consideran necesaria para el crecimiento económico", por lo que López los consideró como ejemplo a seguir.

Las bajas remuneradas por maternidad en estos países son hasta de un año, frente a las 16 semanas de España, y los contratos a tiempo parcial para los primeros años de vida del hijo son mucho más frecuentes.

Para María Teresa López en España, las políticas de protección son "prácticamente inexistentes", también quiso hacer un llamamiento a ampliar los períodos de baja por maternidad.