Sevilla. Un testigo declaró ayer, dentro del caso Marta del Castillo, que vio al asesino confeso de la joven, Miguel Carcaño, empujando la silla de ruedas con la que supuestamente trasladó el cadáver y otro hombre afirmó que vio a dos jóvenes con dicha silla transportando un bulto.

En la séptima jornada del juicio contra el menor apodado El Cuco, acusado de la muerte y desaparición de Marta, el juez escuchó además a una chica que estuvo de botellón con el procesado entre las 20.30 y las 21 horas del 24 de enero de 2009, la misma hora en la que según la acusación estaba participando en la violación y muerte de Marta.

El primer testigo, un vecino de la calle León XIII de Sevilla, dijo al juez que a la 1.30 de la madrugada del día 25 vio a Miguel en el portal empujando una silla de ruedas, vestido de oscuro pese a que de día lo había visto con ropa clara, y que cuando se percató de su presencia intentó disimular.

En cuanto al segundo testigo, dueño de un bar que salió a tirar la basura a las 2 de la madrugada, dijo que vio a dos hombres encapuchados, uno de ellos quince centímetros más alto, que era quien empujaba la silla, con un bulto transversal sobre los reposabrazos y minutos después sin carga y con dirección a la calle León XIII. Este testigo, del que los abogados personados en el caso destacaron su "contundencia", afirmó al juez que esas dos personas se dirigían hacia unos contenedores que había frente a una farmacia, lo que introdujo de nuevo la teoría de que el cuerpo de Marta pudo arrojarse a la basura y no al río Guadalquivir.

Preguntados sobre esta nueva hipótesis, tanto la Fiscalía como la acusación particular remitieron su valoración al momento de los informes finales.