sevilla. El menor conocido como el Cuco, acusado de violar y asesinar a la joven sevillana Marta del Castillo la noche del 24 al 25 de enero de 2009 en una vivienda de la barriada de León XIII, declaró ayer que es inocente y que desconoce dónde está el cadáver de la joven, así como que la noche en que ocurrieron los hechos no acudió en ningún momento al inmueble donde se produjo el crimen.
El Juzgado de Menores número 3 de Sevilla celebró ayer en el salón de plenos de la Audiencia Provincial de Sevilla la primera jornada del juicio contra el menor, que prestó declaración por espacio de dos horas en las que defendió su inocencia, mientras que su padre, Ángel Romero, que estaba citado como testigo y responsable civil, se acogió a su derecho a no declarar.
Javier G.M. reiteró ante el juez de Menores la última de sus siete declaraciones en el sentido de que no estuvo en el piso donde fue asesinada Marta el 24 de enero de 2009, que aquella noche estuvo de botellón y que hizo su primera confesión porque estaba "asustado" y por presiones de la Policía, que le "amenazó" con detener a su madre.
El Cuco, que ahora tiene 17 años, se enfrenta a una petición del fiscal de seis años de internamiento por la violación y asesinato de Marta y, según comentaron a los periodistas abogados presentes en la vista, está ahora más fornido y se ha dejado el pelo largo, que lleva recogido en una cola de caballo.
Preguntado por el paradero del cuerpo de Marta, contestó que no lo sabe, que "ojalá lo supiera", porque es "el primer interesando en que aparezca" y precisó que el asesino confeso, su amigo Miguel Carcaño, tampoco le desveló nada.
Abogados presentes en el juicio, que se celebra a puerta cerrada, informaron que El Cuco precisó que él "tampoco haría lo que ha hecho Miguel" al dar sucesivas versiones sobre el paradero del cuerpo, lo que obligó a realizar tres búsquedas infructuosas en el río Guadalquivir, en un vertedero de basuras y en una zanja de Camas (Sevilla).
El Cuco mantuvo su versión de que el 24 de enero de 2009 se encontró a Miguel y a Marta sobre las 5 o 6 de la tarde, pero a continuación estuvo con otros amigos de botellón, por lo que no volvió a verlos. El acusado, que según fuentes del caso se mostró "frío" aunque "más tenso" a medida que avanzaba en su declaración, argumentó también que en sus declaraciones ofreció detalles concretos del domicilio de León XIII, como por ejemplo dónde se encontraba la luz, porque "había ido muchas veces con anterioridad" a los hechos, mientras que, respecto al lugar donde dijo que habían arrojado el cuerpo al río, dijo que éste se lo indicaron los agentes policiales.
Pese a celebrarse a puerta cerrada, el juez autorizó la presencia de un familiar de Marta, que en la sesión de ayer fue su abuelo materno José Antonio Casanueva, ya que los padres de la víctima no pueden hacerlo hasta que el jueves declaren como testigos.
"frío y maduro para su edad" A su salida del edificio, Casanueva comentó que vio al acusado como "una persona muy fría, demasiado maduro para su edad, contestando con prepotencia y con un descaro enorme".
Fuentes del caso precisaron que el juez no se pronunció sobre la petición realizada por el abogado del menor para que se anulen tanto la declaración del acusado ante el Juzgado de Instrucción como la reconstrucción de hechos realizada en el piso de León XIII, pues el letrado entiende que "se practicaron sin la presencia de un fiscal de menores, sin sus padres y sin un letrado, por lo que se practicaron sin garantías para el menor". El juez comunicó que se pronunciará sobre esta cuestión en la sentencia.
Al finalizar el juicio, el padre de la menor, Antonio del Castillo, afirmó que el juicio "va bien", pues en muchos aspectos el menor "se contradice". "Tras la primera jornada, el juicio va realmente bien porque se han incorporado muchas cosas en su transcurso, un vídeo inclusive", apostilló, para asegurar que en la declaración existen "muchas contradicciones".