vitoria. El montañero navarro de 34 años que ha fallecido sepultado por un alud cuando descendía por la cara sur de la peña Sabocos, en Panticosa (Huesca), iba perfectamente equipado, con cuerdas, crampones y piolets, pero se vio sorprendido por una avalancha enorme, de 900 metros, al romperse una placa de nieve.
Así lo confirmaron ayer fuentes de la Guardia Civil de Huesca, que precisaron que el cuerpo del montañero, identificado con las iniciales F.Z.O. y residente en Los Arcos (Navarra), fue localizado a primera hora y que su compañero de escalada, un joven de Logroño de 23 años, con iniciales F.A.T., fue quien avisó del suceso, en torno a las 13.30 horas.
Al parecer, la avalancha se produjo al romperse una placa de nieve cuando los montañeros comenzaran el descenso de la peña Sabocos, tras haber ascendido, perfectamente equipados, por el corredor de hielo Panticosa Ice. El más joven quedó enganchado en una piedra, pero su compañero fue arrastrado por el alud. De forma inmediata se puso en marcha un operativo de rescate formado por 46 personas y tres perros de rescate. El equipo, que se dividió en dos grupos ante las dimensiones del alud, interrumpió el sábado la búsqueda sin éxito hasta que ayer, a las 9.30 horas, uno de los perros localizó el cuerpo del fallecido a las 10.10 horas. Después fue evacuado en helicóptero y trasladado en un coche fúnebre hasta el depósito de cadáveres de Jaca, donde lo esperaba su familia. El montañero ha fallecido por "mala suerte, porque iba bien equipado, pero los aludes forman parte de los riesgos de la montaña", explican las mismas fuentes.
rescate en trucios También ayer, un helicóptero de la Ertzaintza rescató a un montañero de 39 años, esta vez con vida, que había sufrido una caída en un monte de Trucios y lo trasladó al Hospital de Cruces. El joven herido caminaba junto a un grupo de compañeros por la zona del Macizo de Jarrios cuando se cayó. Sus acompañantes informaron de que el accidentado sufría fuertes dolores en la espalda.