vitoria. Pese a que en la presentación oficial del proyecto el Departamento de Sanidad significó que junto al edificio actual de Txagorritxu, que será remodelado, surgirían dentro de un lustro cuatro nuevos equipamientos -el propio bloque de consultas externas, otro técnico quirúrgico, una unidad materno-infantil y el instituto de investigación biosanitaria-, este esquema se encuentra todavía completamente por definir. "Aún no sabemos ni qué será del edificio actual ni cuántos más se van a construir", avanza Manzano, que compagina su labor al frente del HUA con la jefatura de servicio de la UCI del Hospital Santiago. Su lugar de trabajo durante década y media se convertirá, como punto final de la reorganización asistencial de Gasteiz, en un centro de referencia para enfermos crónicos y subagudos en no menos de ocho años. Antes de eso, el entorno de Txagorritxu acometerá su profunda remodelación para aglutinar todo lo que ahora se hace entre los dos hospitales y sumar nuevas prestaciones. El plan funcional, que dibujará de forma más precisa la distribución de la manzana del futuro macrocentro, estará listo para finales de 2011. Seis profesionales más, que cuentan con sendas bases de operaciones en Txagorritxu y Santiago, componen el equipo de Manzano, que desde hace bastante meses no sabe de horarios.
La primera pregunta, aunque recurrente, no deja de ser obligada. ¿Qué ventajas aporta concentrar servicios?
La primera es la coordinación, que claramente es mucho mayor cuando los servicios están concentrados que en la situación actual. Ahora, hay pacientes que tienen que ir de un centro a otro y a veces no para cambiar de servicio sino para ir al mismo. La segunda ventaja es de crecimiento, poder hacer cosas más complejas y atender patologías que ahora tenemos que estar derivando fuera. Unificar permite desarrollar técnicas que con el tamaño de los servicios actuales es muy difícil. Tercera ventaja: disponer de personal sanitario, que no es un bien que sobre. Estamos en lo mismo; cuanto más grande y más cosas tenga un servicio, más atractivo será para el personal y menos se sentirán las ausencias. También hay una cuarta, la económica. Es mucho más caro mantener dos servicios duplicados que gestionar uno único.
Rematado el nuevo bloque de consultas externas del HUA, ¿qué sensaciones le invaden?
Es como haber finalizado la primera etapa de una carrera, que es la más difícil, o jugar el primer partido de Liga. Supone entrar en contacto y ver sobre el papel cómo va a ser este nuevo edificio. Es lo que nos ha lanzado definitivamente sobre este proyecto de forma consolidada. Las sensaciones son positivas. Es un proyecto dinámico, que aunque está bastante definido seguimos dándole vueltas para intentar mejorarlo y que sea lo mejor posible.
¿Dónde han identificado aspectos para mejorar?
Estamos haciendo pequeñas modificaciones dentro del diseño que se ha realizado, sobre todo en lo referido a la distribución de las consultas o la accesibilidad para el paciente. También en la coordinación entre servicios dentro de las propias consultas. Además, intentamos establecer cuál va a ser el funcionamiento de este edificio cuando abra sus puertas y todavía no esté hecho el resto del hospital. Será un momento complejo y que habrá que planificar muy bien para que repercuta lo menos posible en el usuario.
Este cambio no se hará, desde luego, de un día para otro.
La idea es ir trasladando progresivamente y al 100% las consultas de los dos hospitales, pero no para tener consultas de Txagorritxu y Santiago en el nuevo edificio, sino para que albergue las consultas del HUA. Que sea algo progresivo pero con relativa rapidez. Eso liberará espacios en los dos hospitales, inicialmente más en Txagorritxu, que es donde más lo necesitaremos.
¿Es prematuro avanzar a qué podrían destinarse estos espacios liberados?
Sí, porque estamos diseñando el plan funcional del hospital y aún no sabemos ni qué será del edificio actual ni cuántos más se van a construir. Estamos en una vorágine de reuniones con todos los servicios asistenciales intentando desarrollar los futuros servicios del HUA. Como las piezas de un puzzle, hacer cada una de ellas para luego integrarlas en un documento que recoja cómo debe ser el hospital en su totalidad: qué servicios tendrá, cuál será su ubicación, las relaciones entre los servicios... Estamos pensando y escribiendo cómo debe ser para que luego otras personas lo construyan. Conocemos la parcela, pero tendremos que hablar con los técnicos para ver el aprovechamiento del edificio actual y las necesidades de edificación para meter ese proyecto funcional con la mejor ubicación posible.
¿Contará el entorno de Txagorritxu con cuatro nuevos edificios como se había asegurado?
Sí que se ha hablado de un bloque quirúrgico, de otro posible edificio materno infantil, otro de hospitalización... Una vez hecho el plan funcional, tendremos que decidir cómo metemos todos los servicios, si es necesario hacer un nuevo edificio, dos, tres, si ampliamos el que tenemos o hacemos algo nuevo... Ahora mismo no hay nada decidido. Osakidetza y nosotros como equipo entendemos que el edificio actual tiene vigencia y habrá que rehacerlo entero por dentro. Lo lógico es que se conserve. Pero serán los técnicos, arquitectos e ingenieros quienes deberán decidir qué es mejor desde el punto de vista de edificación, si conservarlo o no.
Hablamos, entonces, de posibles nuevos edificios.
Sí, todavía no hay nada concreto.
Entonces, no está claro tampoco que el edificio actual vaya a dedicarse sólo a la hospitalización.
Son trazos. Claro que se está pensando y se está valorando, pero otra posibilidad es que contenga todos los servicios de apoyo, administrativos, la unidad docente... Que va a tener utilidad creemos que sí. ¿Para qué? Todavía es un poco pronto para saberlo sin haber hecho el plan funcional. Cuando hagamos la propuesta y los arquitectos lo dibujen, Osakidetza deberá decidir cuál es la fórmula a elegir, porque también hay que pensar en el tema económico.
¿Y qué hay de la unidad materno-infantil, que se supone sería el segundo nuevo edificio más importante en cuanto a tamaño?
Va a haber un área materno-infantil dentro del HUA, pero todavía no tiene una identidad. No sabemos si va a ser un edificio independiente, una zona del actual hospital o de un nuevo edificio que se haga... Está todo por decidir. En diciembre de 2011 tenemos que entregar el plan funcional a Osakidetza para elaborar los presupuestos y los planos de los nuevos edificios. Después habrá un juego de muchas reuniones para ir delimitando ese proyecto de edificación. Es un proyecto muy largo en el tiempo. Nuestro plan funcional tiene que confirmar todo lo que se había pensado o cambiarlo, y yo estoy en hacer el mejor plan funcional. Si el mejor proyecto dice que no tienen que ser esos edificios, intentaré convencer al departamento y la dirección de Osakidetza para que se hagan de otra manera, y creo que en ese sentido ambos quieren tener el mejor de los hospitales. No creo que no nos hagan caso.
Las obras avanzan un escenario asistencial muy dificultoso.
Sí, porque la fase de edificación supondrá convivir con las obras. Esto requerirá un esfuerzo tanto a los profesionales como a los usuarios y hay que estar preparados. Cuando se entre en el edificio actual, habrá que ir transfiriendo las unidades de hospitalización de Txagorritxu a las nuevas ubicaciones, que serán momentos muy delicados. No podremos parar de atender a los pacientes y a la vez tendremos que estar trasladándonos a otro centro. Lo mismo pasará con las consultas.
¿Ve factible que el actual Txagorritxu y las nuevas estructuras estén a pleno rendimiento para 2015, fecha barajada hasta ahora?
Aunque el edificio de consultas empezará a funcionar en dos años y medio o tres, para ver todo el hospital en marcha tendremos que esperar como mínimo otros tres. Mientras tanto, Santiago deberá estar trabajando como hoy o un poquito más hasta el último de los días. Su permanencia tiene mucho valor como un edificio asistencial. Otra cosa distinta son las necesidades del área para darle la identidad que necesite. Pero hasta que no hagamos el traslado al futuro hospital éste no se va a poder remodelar.