donostia. Dos listas: una, con los objetos de deseo y otra, con el dinero que se puede gastar. Son los elementos básicos que el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios Vasca (EKA-OCUV), Koldo Nabaskues, recomienda para disfrutar de las rebajas que se iniciaron el viernes. "Ir de rebajas, como quien va de paseo, y llevar la tarjeta de crédito es una combinación nefasta, porque ahí es cuando compramos cosas que posiblemente no necesitemos y gastemos más de lo que verdaderamente podamos", advierte.
Muchos esperan el inicio de las rebajas como agua de mayo...
Si somos inteligentes, conscientes y moderados a la hora de comprar podremos adquirir, más baratos, esos productos que necesitamos y a los que tenemos echado el ojo.
Y eso, ¿cómo se hace?
Hay que planificar las compras: revisar nuestros armarios, repasar qué tenemos que quitar y qué podemos usar, y ver lo que verdaderamente necesitamos. Con esas necesidades, y sin olvidar tener en cuenta nuestra cartera, ya podemos ir a buscar esos productos al mercado. Merece la pena mirar mucho, porque hay una amplia oferta donde escoger. Y, sobre todo, no endeudarse más.
Cuánta razón. Los hay que ya tiemblan pensando en cómo van a quedar sus bolsillos.
Uno de los principios de las rebajas es que no hay que ir de rebajas, porque supone ir de paseo, un acto más lúdico y siempre picas algo. Hay que ir a las rebajas, y hay que hacerlo con dos cosas fundamentales: la lista de las necesidades y las posibilidades económicas reales que tenemos. Ir de rebajas y llevar la tarjeta de crédito es una combinación nefasta, porque ahí es cuando compramos cosas que posiblemente no necesitemos y gastemos más de lo que verdaderamente podamos.
¿Se gasta en exceso?
Hay un porcentaje alto de familias que va a las rebajas porque es una oportunidad de comprar a buen precio. Aunque también hay otra parte de la sociedad que es compradora impulsiva y se deja cegar por un cartel de descuentos al 40%; quizá ese artículo está muy barato, pero si no lo necesita le va a salir carísimo.
¿Es ese el error más común?
El más general es comprar por comprar; llevarse unos zapatos porque están bien de precio y luego no me los pongo porque me hacen daño.
Época propicia también para la picaresca. ¿Nos intentan vender gato por liebre?
No, y creo que hay que desterrar esa leyenda urbana. A los comercios les interesa renovar su stock y hacer caja para comprar género para primavera. No quiere tener muertos en sus almacenes. Saca productos de temporada o de otras temporadas...
Disculpe, esa práctica es relativamente común. ¿Se puede hacer?
Sí. Lo único que marca la ley es que el artículo tiene que llevar, al menos, un mes en la tienda. No se pueden comprar productos expresamente para vender en rebajas.
Entendido.
Tenemos un comercio muy maduro, tanto por parte del comprador como del vendedor. No hay picaresca; ni se sobrecargan los precios antes para que el descuento quede más aparente ni se aprovisionan para rebajas. Eso en general, no quiero decir que no haya algún listillo que lo haga...
¿Los comerciantes se pueden negar a admitir pagos con tarjeta?
Si las admiten en temporada, no. Y tampoco puede ofrecer dos precios dependiendo si el pago es al contado o con tarjeta.
¿Y cobrar por los arreglos, aunque no lo haga el resto del año?
Siempre que se especifique claramente y haya carteles que lo indiquen, no hay problemas.
¿Y qué pasa con las devoluciones?
Funciona exactamente igual que el resto del año. Aunque algunas tiendas lo acepten, un comerciante no está obligado a cambiar un producto, salvo que tenga un defecto. Si está defectuoso, debe cambiarlo por otro de iguales características y que esté en perfecto estado; si no lo hubiera, el comerciante puede ofrecerle otro producto aunque el cliente puede negarse y, en este caso, sí que tendría que devolverle el dinero. Y debe ser el dinero, no sirve un vale.
Aunque acepte cambios el resto del año, ¿un comercio puede negarse a hacerlo en rebajas?
Si lo advierte debidamente, sí.
¿Y si alguien ve alguna irregularidad?
Lo primero, debe ponerlo en conocimiento del responsable del establecimiento. Si no le hace caso, para eso están las hojas de reclamaciones en caso de incumplimiento.
¿Por ejemplo?
Que un producto no esté etiquetado, te cobren diferente a lo que está marcado en la etiqueta...
¿Cuáles son las reclamaciones más comunes en esta época?
Más que reclamaciones, hay consultas; una persona que ha comprado un pantalón, no le queda bien y quiere conocer sus derechos. Lo que más consultas genera -ni siquiera llegan a reclamaciones- es la cuestión de los cambios y las devoluciones. Y los vales y su fecha de caducidad.
¿Cuál es?
Si no lo especifica, tiene validez indefinida. En caso contrario, la que se indique.
¿Hay suficientes controles por parte de la Administración?
Los inspectores de Comercio están en la calle haciendo su labor: visitan comercios, miran si las etiquetas están bien o mal... Creo que el trabajo que realizan es suficiente; en caso contrario, estaríamos todo el día con alertas y no las hay.