vitoria. El inicio de la construcción del nuevo centro de salud de Lakua-Arriaga, uno de los equipamientos sanitarios más demandados en Gasteiz, llegará al populoso barrio en forma de regalo de Reyes retrasado. Casi cuatro años después de que arrancase este proceso, las máquinas entrarán por fin a trabajar la próxima semana en la parcela de 4.500 metros cuadrados ubicada entre las calles Luis Olariaga y Julián de Arrese, frente a los centros regionales, según confirmaron a este periódico fuentes del Servicio Vasco de Salud. Los vecinos del barrio todavía se resisten a creer que el ambulatorio vaya a comenzar a ser una realidad viendo los continuados retrasos que ha padecido. No obstante, ésta si parece ser la definitiva habida cuenta de que Osakidetza, el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Gasteiz firmaron la cesión del solar el pasado 16 de diciembre. La fecha barajada para que arranquen los trabajos apunta al próximo lunes 10, pero podrían retrasarse "unos pocos días más" a juicio del director médico de la Comarca Araba, Aurelio Latorre. En cualquier caso, se iniciarán antes del sábado 15.
El discurrir de este proyecto se ha visto estancado en múltiples ocasiones por disputas políticas y trámites burocráticos de toda índole. El rifirrafe más sonado, que dejó los planes en punto muerto durante meses, enfrentó en la recta final de la anterior legislatura autonómica al alcalde Patxi Lazcoz con el exconsejero de Sanidad, Gabriel Inclán, debido al modelo de cesión de los terrenos.
Con las aguas más calmadas, el papeleo y las distintas velocidades de las administraciones se han convertido en las últimas trabas para que las obras comiencen antes de lo que finalmente lo harán. Primero fue un error en la medición e identificación de la parcela, que motivó su posterior segregación antes de que el Registro de la Propiedad procediese a su matriculación. A este trámite, que retrasó varios meses el inicio de los trabajos, siguió el trasvase de documentación entre los distintos niveles institucionales, la aceptación por parte de la dirección de Patrimonio del Gobierno vasco de la cesión del terreno y la firma definitiva de la adjudicación.
Los vecinos de Arriaga podrán decir adiós en el plazo de 18 meses, durante el verano de 2012, al obsoleto centro de salud provisional en el que reciben asistencia desde el año 1991. Será el plazo estimado de duración de las obras del nuevo equipamiento, que tendrá dos plantas y atenderá a 20.000 pacientes, 5.000 más que el actual. Junto a él emergerá el nuevo Centro de Orientación y Tratamiento de las Adicciones también dependiente de Osakidetza, una obra que se desarrollará en paralelo.
La ralentización del proceso en mitad de la crisis ha permitido, al menos, que Osakidetza se ahorre hasta un 20% del presupuesto inicialmente barajado para la construcción del ambulatorio. La factura, a la baja, ascenderá a algo más de cinco millones de euros. El Gobierno Vasco ha reservado una partida específica de 3,2 en el proyecto presupuestario de 2011.
¿Y qué hay del resto de nuevos ambulatorios previstos para la capital alavesa? En lo referido al centro de salud de Salburua, la cesión de la parcela también se ha concretado en los últimos días, según confirma Latorre. Y la de Zabalgana "llegará de inmediato", para que ambos ambulatorios comiencen a levantarse a la misma velocidad. "Los tres centros de salud se iniciarán en 2011, posiblemente en el primer semestre", tranquiliza Latorre. A pesar de estos buenos augurios, el escepticismo no ha dejado de cundir entre los residentes de Arriaga, cansados de esperar a una infraestructura tan imprescindible mientras pasan consulta en un ambulatorio lleno de deficiencias estructurales, humedades y problemas de accesibilidad.
"No es un capricho, sino una necesidad; se nos dice tantas veces que lo van a hacer que ya no nos lo creemos, así que hasta que no veamos las excavadoras...", comenta Ángel Lamelas, portavoz del colectivo vecinal, Ipar Arriaga. Lamelas exige que esta vez las palabras sí pasen a los hechos, arranque la cuenta atrás del "vergonzoso" centro de salud actual y "los Reyes Magos traigan cemento y hormigón".