El espíritu navideño huye de los estrenos al uso, con cinta y tijeras, foto rígida de grupo y declaraciones formales a bolis y micrófonos. Desde ayer lo sabe bien el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz. Llegó a la plaza de la Virgen Blanca cuando el reloj de la torre de San Miguel marcaba las doce y media pasadas para inaugurar con su presencia la pista de patinaje y el tobogán de hielo. Y acabó haciendo cola para lanzarse con el trineo. No le quedó más opción que ceder a los ruegos insistentes -y algo malévolos- de los medios de comunicación. Lo que no se imaginaba es que deslizarse cuesta abajo, a la carrera con su asesor de prensa, le iba a dar semejante subidón. "Menudo juguete, menudo juguete", proclamó tras recolocarse el abrigo. La sonrisa se le escapaba de la cara, como a todos los chavalines que ayer probaron el deslizador urbano. La novedad helada de este año se perfila ya como la actividad estrella de las fiestas. Aitas, preparen las carteras.
"Dos viajes en trineo cuestan un euro. Y ya he gastado diez", confesó Pedro. Pero es que la Navidad es así, época de caprichos pese a la crisis, y este hombre ejerce de abuelo como Dios manda. "Seguro que volveremos algún otro día, porque los críos se lo están pasando pipa", reconoció. Sólo había que observar los rostros de Aitor, el nieto, y Gorka, amigo de Aitor "porque mi madre y su madre son amigas" para tener la seguridad de que las de ayer no iban a ser las últimas carreras en trineo en la plaza de la Virgen Blanca. Además, queda pendiente la revancha. "He perdido 5-3", admitió Gorka. La pequeña Blanca, sin embargo, no llevaba la cuenta. En su caso, lo único importante era no perder tiempo para lanzarse cuantas veces fuera posible antes de que alguien se le ocurriera imponer otros planes. Filosofía compartida por su primo Óscar y consentida -las fechas mandan- por sus padres. "La verdad es que se lo están pasando muy bien con el trineo. Me parece a mí que va a ser el boom de las fiestas", predijo la ama, Blanca, para quien las navidades son mucho más especiales desde que en casa son tres. Durante estos días, las dos mujeres de la casa y Josu, el pater familias, visitarán el Belén "de día y también de noche", disfrutarán del alumbrado... "No sé si se podrían organizar más actividades, pero el ambiente ya es muy bueno. Están las cosas para los niños, los mercadillos, los espectáculos de teatro...".
Pedro, el abuelo, también reconoce que en estos días la ciudad rezuma un halo especial, pero para él la Navidad no es tan alegre como para su nieto. "Somos ya mayores, hemos perdido seres queridos, y como estas fiestas son familiares, se nota muchísimo más la ausencia de los que ya no están. Así que no, estas fiestas no me convencen mucho". Aun así, no puede evitar que le brillen los ojos y su boca se llene de risa ante los piques de Aitor y Gorka. Ellos lo único que tienen claro es que están de vacaciones y que el trineo seguirá ahí hasta el día 31. Demasiadas cosas buenas ante las que no tiene cabida el desánimo. Una actitud a la que se sumaron, pese a tener unos cuantos añitos más, las italianas Julia, Chiara y Viviana, chicas Erasmus hasta el mes de marzo en la Facultad de Letras de la UPV de Vitoria.
No pasaron desapercibidas en la pista de hielo. Con un estilo a medio camino entre la Hilton y las hermanas Olsen, disfrutaron como enanas sobre sus patines, inmortalizando cada momento. "Apúnta; no hay nada como esto en nuestro país". Viviana, voz cantante del grupo, aseguró que estaban sorprendidas por el ambientazo y las actividades programadas por el Ayuntamiento. "Esto es hermoso, maravilloso, se siente muy bien". ¿Y luego? "Al Belén de La Florida, que nos han dicho que está muy bien". Ignacio y Elena, un matrimonio de Madrid que ha venido a Vitoria para pasar unos días con el hijo, dan fe. "Decían que merecía la pena. Y es verdad. Es impresionante", aseguraron. Para Estela, madre de Lola y Jon, se ha convertido en una cita anual ineludible. "Venimos siempre", apuntó mientras sacaba una foto a los hijos junto al burro, "el photocall del Belén" sin lugar a dudas.
Miles de personas se pasearon ayer por el parque de La Florida, y otras tantas hicieron lo propio por los mercadillos navideños de la plaza de la Provincia y Jesús Guridi. "Solemos venir siempre por aquí a hacer alguna compra", aseguró Marian tras adquirir un puzzle para su sobrina. Son fechas para regalarse alegría.