vitoria. Convertirse en adjudicatario de una VPO en Lakua era, para muchos de los vecinos de la calle Estella de Vitoria, todo un regalo allá por 1997, fecha en la que el Gobierno Vasco les entregó las llaves de la promoción ejecutada por la constructora Hermanos Luis. Lo malo fue que, transcurridos unos años, el envoltorio de aquél regalo se desprendió, poco a poco del paquete. En palabras del arquitecto contratado por los afectados, Carlos Sergnese, "la piel del edificio no mantiene contacto con la estructura interna" y, por lo tanto, la fachada se abomba con los cambios de temperatura y los ladrillos se caen a la calle. Tras muchos tiras y aflojas entre los vecinos afectados por tan descomunal despropósito, la constructora -extinguida y, según los vecinos asimilada en la estructura empresarial de la firma Nasipa-, los aparejadores y los arquitectos, finalmente será un perito designado por el juez quien ponga los puntos sobre las íes. A solicitud de los afectados, esta persona -cuyos servicios deberán ser asumidos, una vez más, por los residentes a la espera de que se solvente el juicio-, habrá de determinar cuál es la patología definitiva que sufre este edificio. Los demandados, a través de sus abogados, se opusieron ayer a la prueba pericial técnica por considerar que los vecinos debían haberla notificado antes de celebrarse la vista previa y también a la prueba pericial contable, que deberá señalar la cuantía a pagar por los demandados en el caso de que el juez falle en su contra. El magistrado, no obstante, dio luz verde a la petición de los demandantes y animó a los denunciados a esperar a ver cómo se desarrolla el proceso.