Vitoria. La primera manifestación física del futuro Hospital Universitario de Álava (HUA) ya cuenta con todos los ingredientes para comenzar a ser una realidad. El edificio de consultas externas que emergerá junto al actual Txagorritxu fue presentado ayer en Gasteiz tras meses de trabajo que han servido para perfilar su plan funcional y su proyecto arquitectónico básico, las dos herramientas que fijan las características internas y externas de esta gran infraestructura en cuanto a dimensiones y recursos humanos y materiales. De su lectura se desprende un maremágnum de cifras y una maqueta del edificio que permiten hacerse una idea del salto cualitativo que dará el territorio en materia sanitaria. Eso sí, habrá que esperar hasta octubre o noviembre de 2013, con la actual legislatura ya concluida, para que el nuevo edificio comience a prestar servicio. La licitación y adjudicación de las obras, presupuestadas en 33,7 millones de euros, se llevarán a cabo en los primeros meses de 2011 y las máquinas entrarán a trabajar el próximo mayo, según los cálculos de Osakidetza y el Departamento vasco de Sanidad.

El nuevo bloque centralizará todas las consultas externas, ese punto de enlace entre la atención primaria y la especializada, que ahora prestan por separado -y en algunos casos también por duplicado- tanto Santiago como Txagorritxu. Por ello asumirá un importante flujo de pacientes y atenderá un número aproximado de 1.800 consultas al día, algunas menos de las que actualmente se prestan entre ambos hospitales por el auge que tendrán en el futuro las nuevas tecnologías, la telemedicina o las consultas no presenciales. Sanidad pretende que esta infraestructura sea "más que una suma de servicios" y permita resolver en su interior el mayor número de nececidades del paciente, incorporando más pruebas complementarias y avanzando hacia una gestión más centralizada de las citas y otros trámites administrativos.

El servicio de arquitectura de Osakidetza ha proyectado un edificio con una imagen visual identificable, dos alas simétricas rectangulares y unidas por un cuerpo cilíndrico acristalado donde se ubicará el acceso. El bloque se emplazará en una parcela propiedad de la Tesorería de la Seguridad Social y cedida a Osakidetza para usos sanitarios entre Bulevar de Euskal Herria y la calle San Francisco Leandro de Viana. Contará con nueve plantas -sin contar la baja-, dos sótanos y un parking anexo con cerca de 800 plazas, parte en superfice y parte subterráneas, que podría dejar de ser gratuito como el actual, según sugirió ayer el director general de Osakidetza, Julián Pérez Gil.

La superficie total del edificio, que contará con 140 espacios para consultas, será de 20.500 m2, 16.380 de los cuales se dedicarán a la asistencia. Las consultas contarán con una superficie aproximada de 18 m2, todas con luz natural gracias a unos amplios ventanales, y cada especialidad dispondrá de una sala de espera particular. Éstas se distribuirán a través del primer sotano del edificio -el segundo se destinará a almacén y vestuarios-, y las ocho primeras plantas, contando la baja. El equipo encargado de elaborar el proyecto, encabezado por el intensivista Alberto Manzano, ha optado por los ascensores y las escaleras mecánicas como los elementos de comunicación vertical más fluidos y eficaces en el edificio.

nuevos servicios Las especialidades frecuentadas por personas con problemas de movilidad, como traumatología, rehabilitación o neurocirugía, así como las de pediatría, se habilitarán entre el sótano y la planta baja. La octava, con doce consultas ya habilitadas, se dejará de momento vacía para atender a necesidades futuras. Entre las nuevas especialidades que acogerá el bloque se encuentran la genética, la cirugía plástica o la reproducción, así como las consultas de enfermería.

Dada la ubicación del nuevo edificio, separado del resto del hospital, se construirá un túnel subterráneo que posibilitará el traslado de pacientes y profesionales entre las distintas estructuras del HUA. "Será un edificio absolutamente autónomo, distinto al circuito de personas que ahora se entremezclan en Txagorritxu", significó Manzano. Osakidetza también baraja la posibilidad de habilitar una pasarela peatonal elevada y cubierta para enlazar el bloque de consultas y el hospital.