toledana. Las dos menores imputadas por el asesinato de Cristina Martín, de 13 años, en Seseña (Toledo), C.H.S., acusada de un delito de asesinato y N.N.N., acusada de encubrimiento, reconocieron ayer su autoría en los hechos, por lo que se alcanzó una sentencia de conformidad que condena a cinco años de internamiento en régimen cerrado y tres años de libertad vigilada a la primera; y a dos años de internamiento en régimen semiabierto, de los cuales uno será de libertad vigilada, para la segunda.

Según explicó a los medios, al término de la audiencia en el Juzgado de Menores de Toledo, la abogada de la familia de Cristina Martín, María Ponte, las dos menores "se han reconocido culpables de los hechos", de los que "no han contado detalles", por lo que no ha sido necesario celebrar el juicio, al aceptarse las medidas solicitadas por las partes.

El padre de la menor asesinada, Francisco Martín de la Sierra, acompañado por su esposa, Pilar Motilla, y uno de sus hijos, dijo que, "según está la ley", están "satisfechos" por el resultado aunque "contentos no, porque tenía que ser cadena perpetua". En cuanto a lo sucedido en la sala de audiencia, donde por vez primera tras lo ocurrido han visto a las acusadas, Martín de la Sierra reconoció que se sintieron "impotentes".

La jornada se desarrolló rodeada de una gran expectación mediática desde las 10.00 horas, cuando fueron llegando tanto las partes y distintos testigos como las dos imputadas.

Los padres de la víctima se encontraron a las puertas del juzgado con la madre de la joven asesinada Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, que se desplazó hasta la capital regional para mostrar su apoyo a la familia de Cristina Martín, y volver a demandar el endurecimiento de la Ley del Menor.

los hechos Respecto a los hechos, la letrada se ha remitido al relato realizado por la Fiscalía, según el cual el 30 de marzo de este año la menor C.H.S., tras discutir con la menor C.M.M. en una antigua fábrica de yesos, derruida y abandonada actualmente, situada en el paraje denominado La Veguilla, con la intención de matar, le agarró fuertemente del cuello para asfixiarla, haciéndole caer al suelo y le propinó varios golpes en la cabeza con una piedra.

A consecuencia de los golpes, la víctima quedó inerte, y C.H.S. le produjo un profundo corte en la muñeca con una navaja. A continuación la abandonó, desangrándose hasta que falleció a consecuencia de las lesiones provocadas.

La menor N.N.N., amiga íntima de C.H.S., supo, por el relato de ésta, cómo había matado a Cristina y no reveló información sobre el paradero de la fallecida, "favoreciendo la impunidad de la conducta criminal de C.H.S".