Los principales focos del incendio iniciado el pasado jueves en el norte de Israel han sido extinguidos con la colaboración de bomberos, voluntarios y la ayuda internacional desde el aire, informó ayer la Policía israelí. La radio pública hebrea precisó que los puntos más grandes han sido sofocados y que las dotaciones de bomberos e hidroaviones trabajan mitigando pequeños núcleos y rociando zonas aún humeantes, incluido el subsuelo, para evitar que los rescoldos vuelvan a arder. El fuego ha causado 41 muertos y obligado a evacuar de sus hogares a 17.000 personas, según datos de la Policía. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó ayer la suspensión de la llegada de nuevas misiones internacionales para sumarse a las labores de extinción.