Un hombre de nacionalidad coreana admitió ayer haber matado a una niña de 11 años de edad, hija de un compatriota amigo suyo, tras entrar a robar en su domicilio familiar en Las Palmas de Gran Canaria, pero ha negado haberla agredido sexualmente, ya que era como su "hija". "Reconozco haber matado a la niña, pero el resto jamás. Nunca podría hacerle eso. Era como mi hija, no me sentía atraído sexualmente por ella", dijo.